Más allá de los lamentos

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso Lois EL TERCER TIEMPO

TORRE DE MARATHÓN

20 nov 2016 . Actualizado a las 16:44 h.

Demasiados errores contra el Deportivo en jugadas decisivas. Contra un equipo al que ya le cuesta tanto generar peligro y ganar partidos. La sensación de que los silbatos no le respetan, ¿es la consecuencia o la causa de parecer ahora un equipo pequeño? Podría tener hoy hasta siete puntos más el Dépor. Un mundo. Pero, reconocida la incidencia arbitral en la derrota ante el Sevilla, cabe mirar más allá. Porque, descartada la teoría de la conspiración, las soluciones tendrán que buscarse dentro del vestuario.

Este Dépor corre y tiene alma, como Andone al festejar su maravilloso gol con el entrenador que tanto crédito le concedió. Todos defienden con orden durante fases de los partidos. Pero con el balón al Dépor se le apagan las luces. Con el saque de centro ante el Sevilla, llegó el primer envío largo a la cabeza de Andone y con frecuencia los saques de puerta buscaron el campo contrario. Atajos hacia vía muerta. Falta identidad cuando toca proponer.

La plantilla del Dépor no tiene comparación con la del Sevilla: un grupo de Champions y otro que todavía paga los pufos de Lendoiro. Pero al Dépor lo impulsaron un par de detalles de clase. El cabezazo sutil e inteligente de Babel -que nació en una pérdida del rival en campo propio- y la genialidad de Andone. Chispazos aislados de un equipo de fútbol discontinuo, que también se agarró al partido con un despeje milagroso de Tyton.

Quizá al Dépor le falten dos triunfos seguidos de los que serenan el entorno y dan confianza a la plantilla y vistosidad al juego. Pero ese par de victorias, para un equipo que siempre encuentra un motivo para desvanecerse, parece ahora lejano. Y la zona de descenso, a punto de tragárselo.