Sidnei se apunta a una cita crucial

TORRE DE MARATHÓN

Sidnei, entrenando el pasado viernes
Sidnei, entrenando el pasado viernes CESAR QUIAN

El brasileño apura los plazos de recuperación para llegar a tiempo de jugar contra el Sporting

27 sep 2016 . Actualizado a las 00:35 h.

El Deportivo es caprichoso y en las últimas temporadas ha cogido la manía de ir adelantando sus finales. Acaba de entrar el otoño y ya les toca a los blanquiazules uno de esos partidos a cara de perro más propio del cambio primavera-verano. Parece que hubiera volado media liga cuando en realidad solo ha consumido seis jornadas de gracia Garitano, que vive bajo sospecha desde la precampaña. Obviando los merecimientos, cinco puntos son un botín escaso con el Barça y un derbi asomando a la vuelta del parón. De momento, la solidez defensiva da para mantener el descenso a raya por tres goles de ventaja, pero el conjunto coruñés abandonará este sábado Riazor para no volver a pisarlo en todo un mes a cuenta del calendario y necesita tranquilizar a una grada que ya aireó su disgusto con silbidos frente al Leganés. Echará el telón como artista invitado el Sporting de Abelardo, convertido en enemigo acérrimo por la animadversión entre hinchadas y desaires como el 2-3 que cosechó en su última visita. Con los asturianos a tiro (llevan siete puntos) el choque invita al grupo a no dejarse nada, y Sidnei es demasiado grande para pasarlo por alto.

El brasileño se ha ganado la condición de imprescindible en este Dépor, que echó el resto para salvarlo del Valencia y sufre cada vez que hace un gesto de dolor. El último lo sacó del partido contra el Athletic y le ha impedido, de momento, medirse al Alavés, el Lega y el Atlético en una serie cerrada con apenas un empate que añadir. Tras haber pedido el cambio frente a los bilbaínos, los médicos le diagnosticaron a Sidnei una lesión muscular de grado 1 en el bíceps femoral. Un mal con cura de tres semanas de descanso, que en casos especiales pueden recortarse a dos. Ayer, trece días después de recibir el diagnóstico, el central saltaba con el grupo a trabajar.

Alegría en Abegondo como bálsamo frente a la cruel derrota del Calderón. Si no hay recaída y mantiene la progresión que apuntaba ya el viernes pasado (entonces empezó a hacer carrera continua sin problemas), el defensa podrá engrosar la próxima convocatoria de Garitano y formar ante los del Molinón.

En manos del readaptador

De momento, el futuro inmediato del brasileño sigue en manos de Pablo López, readaptador de los coruñeses, con el que el zaguero completó la sesión matinal una vez concluidos los ejercicios de menor riesgo para la recuperación.

Sidnei es reincidente en esto de apurar la puesta a punto. El curso pasado, con la liga mucho más avanzada y el equipo metido en problemas de verdad, reapareció varios días antes de lo previsto tras una lesión de grado 2 en el recto anterior del cuádriceps de su pierna derecha. Entonces se perdió cinco citas de las que el conjunto que guiaba Víctor Sánchez solo obtuvo un empate y una victoria ante el colista. Regresó para participar en la igualada en Balaídos, justo después de un parón. Esta vez es antes de que llegue otro tiempo muerto cuando el Deportivo necesita a su más importante jugador.

Lesión de Carles Gil

CESAR QUIAN

Por su parte, el centrocampista Carles Gil ya sabe el alcance de la lesión muscular que le impidió estar a disposición de su entrenador ante el Atlético de Madrid. El extremo sufre una dlencia de grado I en el bíceps femoral de la pierna izquierda, y será baja también ante el Sporting. Antes de someterse a las pruebas médicas, este lunes se ejercitó en el gimnasio junto a Joselu Mato.

Este lunes fue la primera sesión de los deportivistas después del traspié en el Vicente Calderón. El entrenamiento fue de recuperación para los jugadores que formaron parte de la alineación de Garitano ante el Atlético a excepción de Fayçal Fajr y de Guilherme dos Santos, que trabajaron con el resto del grupo. Eso sí, el jugador sudamericano se retiró antes que Fayçal al vestuario de la ciudad deportiva de Abegondo.