Espejismo o realidad

José M. Fernández PUNTO Y COMA

TORRE DE MARATHÓN

23 sep 2016 . Actualizado a las 12:24 h.

¿Un espejismo de 45 minutos o la cruda realidad? Un tiempo en el que apareció el fútbol, o al menos la intención de jugar. El Dépor pareció conservar las virtudes defensivas que habían adornado sus cuatro primeros partidos, Lux no pasaba apuros y Riazor por fin se daba cuenta de que era posible buscar la portería contraria por otro camino distinto a la vía directa o el balón parado. Y todo gracias a un cambio y a un matiz con respecto al equipo de Vitoria: Çolak por Fayçal y Marlos más pegado a la izquierda. El turco tiene fútbol y el juego del colombiano, casi siempre desequilibrante, resultó menos disperso que como segundo punta. El gol, el primero de la temporada en jugada, llegó por la vía que ayer abrió Çolak: apertura a la izquierda, buscando la asociación de Marlos y Luisinho; el lateral portugués obsequió a Borges con un magnífico pase.

Riazor parecía haber descubierto un armazón y un sistema para caminar con paso firme. Todo se vino abajo en seis minutos, el tiempo que necesitó el Leganés para adelantar sus líneas y descubrir un par de grietas defensivas inéditas hasta ahora. Un apagón sin explicación alguna. Çolak se diluyó, Marlos desapareció y, como gran argumento, el Dépor apeló a las prisas, esas que ya no le permitieron recuperar el mando de un partido que manejó a su antojo un Leganés con menos talento, pero mejor armado que un Dépor que sigue sin encontrar su identidad.