Florin Andone: «Si hubiera nacido en una familia con dinero no habría llegado hasta aquí»

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El goleador cree que su éxito es fruto del trabajo y el hambre de fútbol que siempre ha tenido

03 abr 2019 . Actualizado a las 16:50 h.

Rumano. Veintitrés años. Huérfano de padre desde los diez. Vive en España desde los doce. Su madre trabaja en la limpieza. Su padrastro lleva tres años en el paro. Podrían ser los datos de cualquier emigrante que se busca como puede la vida en este país. Lo que diferencia a Florin Andone (Botosani, Rumania, abril de 1993) es que juega al fútbol, marca goles y acaba de ser fichado por el Deportivo. La pasada temporada fue el segundo máximo goleador de la categoría de plata del fútbol español y su gran papel lo convirtió en pieza codiciada del fútbol europeo. El secreto, según él mismo asegura, es «el trabajo», el hambre de fútbol que nunca le faltó y su familia. «La educación que me han dado en casa creo que ha sido clave para poder llegar hasta aquí. Nunca pasé hambre. En mi casa siempre hubo un plato de comida, pero no sobraba el dinero. Y viendo cómo me ha ido todo, estoy convencido de que si hubiera nacido en una familia con dinero, no habría llegado hasta aquí. Probablemente, ni seguiría jugando al fútbol», sostiene.

-¿Fue difícil ser un niño rumano en España?

-Muchas veces la gente etiqueta a todo el mundo por igual. Quizá yo no lo viví mucho, pero sí es cierto que a veces de niños, lo típico cuando alguien se enfada es coger y soltar: «Ahí va el rumano este». O incluso cualquiera que esté contando que vio en la tele como tres rumanos habían robado algo, y te miran a ti. Eso ha sido lo más difícil con lo que he tenido que convivir.

-Siempre dice que la educación que recibió ha sido clave en su carrera.

-Sí, porque mi vida ha sido muy sencilla y muy disciplinada. Mi padre murió cuando tenía diez años y aprendí con un padrastro a base de disciplina. Pero bien entendida. No he sido nunca el típico chico que se iba de cubatas o botellón. Siempre he estado más centrado en casa, con mi ordenador, mi Play, mis pocos amigos... pero muy buenos -aclara- Y miro atrás y veo que otros chicos que tenían más comodidades en casa y que salían de fiesta y están ahí algunos pues pidiendo dinero a sus padres porque, por desgracia, no tienen trabajo. Yo, gracias a Dios, por la educación que me han inculcado, de vida sana, dedicación y lucha, estoy aquí en Primera. No está mal.

-¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol?

-Cuando llegué a España pues dejé un poco de jugar al fútbol, hasta que mi hermano me dijo que lo acompañara un día a jugar con él. Empecé así en el Vinaroz, en donde me vio un representante, Ramón, que me llevó al División de Honor del Castellón. Llevo dentro de mi corazón tanto a Ramón como a mi familia.

-Y de ahí al Villarreal. Todo un salto.

-Sí, ya en el Castellón, me llamaron de la selección sub-18, lo que me dio a conocer. Al irme a Villarreal me vi con opciones. Pero tras dos años, al tercero tenía que pasar al filial por contrato y ahí se me vino todo abajo. El entrenador habló conmigo y dijo que no me veía y que mejor que me fuera cedido. No tenía ofertas y acabaron echándome. La cantera del Villarreal es una mentira. Puede ser muy bonito si te dan bola y llegas al primer equipo, pero son casos contados. Yo lo pasé mal. Me sentí frustrado porque me faltó respaldo por parte del club. Y mi representante me encontró sitio en el Atlético Baleares. Ahí me volví a ilusionar. Fue un cambio radical. Lejos de casa, con un buen sueldo y realizado. Conocí a mi novia, lo jugué todo y llegó el Córdoba. A partir de ahí, todos conocen mi historia.

-Y no se le subió el éxito a la cabeza.

-Pues no. Y espero que nunca se me suba. Mantengo los pies en el suelo. Sé que soy un privilegiado, que mi familia trabaja para poder comer y vivir. Sin excesos. Sé lo que cuesta ganar dinero y trabajar. Es cierto que el año pasado gané bastante en el Córdoba y este en el Dépor más. Pero no estoy esperando a que llegue la primera nómina para ver en qué me la gasto. Es más, recibí el de la selección y ahí está, ingresado, no lo he tocado... A mí también me tocó jugar en Primera cobrando 2.200 euros al mes. Que no está mal para cualquier trabajador. Pero en Primera y jugando en la selección, no es mucho.

-Habla continuamente de su familia. Su madre. ¿Cuál ha sido ese consejo que lleva grabado a fuego?

-Que mire cómo trabaja mi hermano en una fábrica de cemento, que se deja la salud para tirar mes a mes. Que luego mire el mio, lo que me gusta y el dinero que gano. Y que sepa y tenga presente que soy un afortunado de la vida. Es algo que hablo con mis compañeros: tenemos una vida sana, ganamos dinero, la gente nos quiere... ¿Qué más podemos pedir? Eso es lo que hay que pensar si alguna vez nos crecemos.

«No puedo prometer goles, pero sí que nunca dejaré de trabajar y de correr»

Ilusionado con su nueva etapa en el Dépor, asegura que le gusta la plantilla que ha confeccionado la entidad blanquiazul y que ve un equipo bien armado. Pero no quiere precipitarse con objetivos excesivamente altos. Prefiere apostar por la permanencia «y luego ya se verá». En lo personal, Florin Andone no quiere marcarse objetivos, solo habla de trabajo: «No puedo prometer goles, pero sí que nunca dejaré de trabajar y de correr», asegura.

-¿Estas primeras semanas están siendo como esperaba?

-Me esperaba que me costara ponerme al cien por cien porque llegaba más tarde. Es cuestión de trabajar todos los días e intentar trabajar lo mejor posible. El objetivo es llegar lo mejor posible al inicio de Liga. Hay que seguir. Queda una semana para empezar lo bonito

-¿Por qué el Dépor?

-No voy a mentir. Tenía bastantes cosas. Ya tenía un pacto verbal con el Galatasaray, que no llegó a un acuerdo al final con el Córdoba. Salieron muchas propuestas, pero fue el Dépor porque mi familia y mi novia querían que me quedara en España. Y de los que había en España, lo que más me atrajo del Dépor fue la idea del director deportivo y del entrenador, que hablaron conmigo y me convencieron.

-¿Es consciente de que es el fichaje más caro de los últimos nueve años?

-Sí. Pero me da igual. Sé que se me exigirá, pero soy una persona que cobre poco o mucho, hayan pagado poco o mucho por mí, soy ambicioso. Esa mentalidad es la que me ha hecho llegar hasta aquí y espero no perderla. Nunca dejaré de trabajar ni correr. A partir de ahí seguiré creciendo como jugador. Jugadores más caros de millones y millones se ha visto que no rindieron. Si va todo bien, la gente dirá qué acierto; si las cosas van mal y no meto goles, dirán que vaya fichaje, que ya lo sabían... Pero la gente paga su entrada y es libre de opinar.

-Usted y Lucas, con sus diferencias, responden a un mismo patrón. ¿Se ve jugando con él?

-Es cuestión del entrenador, del sistema que quiera elegir para jugar... Si jugamos los dos, vamos a tener que trabajar mucho. Ya jugamos la segunda parte contra el Feirense y nos hemos entendido bastante bien.