El socio ideal de Lucas y Andone

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

Los técnicos elogian a Carles Gil, el penúltimo fichaje del Dépor, por su visión de juego, descaro e inteligencia

27 jul 2016 . Actualizado a las 16:16 h.

«Cuando estaba con Unai Emery hizo dos pretemporadas con nosotros. Del filial vinieron él, Isco, Alcácer y Bernat. Los cuatro prometían mucho, no había ninguno por delante de otro y Carles Gil no era menos que los otros». Juanjo Vila, nuevo assistant coach y jefe de análisis del Middlesbrough inglés, recuerda de este modo al nuevo fichaje del Dépor de su etapa en el cuerpo técnico del Valencia. Para Braulio Vázquez, actual director deportivo del Valladolid, por entonces secretario técnico del club che, es un jugador «de muchísimo talento y calidad». «Entiende muy bien el juego y si se le puede poner un pero sería que tiene que hacer más goles, ser más decisivo en las áreas, pero el Dépor ha hecho una gran operación, ha fichado al socio ideal de Lucas y Andone», añade el que llegó a ser futbolista del Fabril.

Gil se convirtió el pasado viernes en futbolista del Dépor, donde militará en préstamo esta temporada por parte del Aston Villa inglés, aunque sin opción de compra para el club coruñés. El mediapunta valenciano, de 23 años y que puede actuar en banda o por detrás del delantero, había debutado con el Elche en Primera, donde apenas había jugado media temporada con el Valencia antes de marcharse a la Premier. En su trayectoria también fue internacional sub-21, pese a que en su generación la competencia en su zona es feroz (Jesé, Deulofeu, Suso, Muniain, Canales, Tello, Sarabia,?).

Después de solo tres temporadas en la máxima categoría, en YouTube al menos dos goles del nuevo jugador blanquiazul superan las 10.000 visualizaciones. El primero, en cuanto llegó a Birmingham: en la FA Cup contra el Bournemouth recibió en la banda derecha, se perfiló con la pierna zurda y clavó el disparo en la escuadra contraria; y otro más en enero pasado, este en Liga frente al Sunderland, cuando hizo la tijera para cazar un centro desde la derecha. Aún en las filas del Elche había marcado uno que probablemente no pasó desapercibido al deportivismo. Fue al Celta: recibió un saque de banda en el centro del campo, se escapó de Fontás y combinó con Coro para correr hasta el área, donde regateó a Rafinha para cruzar lejos del alcance de Yoel.

Braulio le había dado el empujón. «Estaba en el B y era suplente, pero le veía unas condiciones brutales y le firmé un contrato antes de que se marchase al Elche. Allí se salió, jugó como él sabe y yo al final lo único que hice fue apostar por él», subraya. En el cuadro ilicitano Gil se reencontró con Escribá, quien ya había sido su entrenador en la base del Valencia.

¿El nuevo Silva?

Las expectativas de su explosión en la élite eran tan altas que en Mestalla se le llegó a considerar el nuevo Silva. «Así lo queríamos ver un poco todos, porque tiene características similares en cuanto a condiciones de juego, pero no era tan determinante», matiza. En este aspecto, Juanjo Vila, analista del Dépor entre el 2008 y el 2010, considera que su fútbol ha madurado en Inglaterra: «Es cierto que también se le achacó una cierta debilidad física, pero es que con nosotros llegó cuando era muy chavalito y tenía por delante a monstruos como Mata o Jordi Alba». «Me acuerdo que en el filial -explica- era un adelantado en cuanto a visión de juego, pero le costaba mirar a la portería contraria con asiduidad».

Ahora llega a A Coruña en busca de continuidad para convertirse en el jugón que su calidad anuncia. Insiste Vila: «Si se le dan confianza y minutos, es un talento para cualquier equipo, para cualquiera».