Manuel Pablo ya está al otro lado de la valla del Deportivo

Alexandre Centeno Liste
Alexandre Centeno A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

R. C. Deportivo

Escenificó ayer su despedida como jugador en presencia de toda la plantilla y cuerpo técnico

09 jul 2016 . Actualizado a las 16:13 h.

Ayer fue un día diferente para Manuel Pablo. Cuando llegó a Abegondo no tuvo que sentarse en su banco habitual desatarse los zapatos y calzarse las botas de fútbol. Se quedó en la zona noble de la ciudad deportiva. Desde allí visionó parte del entrenamiento que la plantilla realizaba en el campo 4. La segunda parte de la jornada matinal le resultó más familiar. Accedió a la sala de prensa, en donde le aguardaba la totalidad de la plantilla y cuerpo técnico, que lo recibió al grito de «¡Manolo, Manolo!». Foto de recuerdo con todos y tiempo para la reflexión ante el micrófono. Sus compañeros no se perdían detalle.

Explicó ante los medios informativos sus sensaciones, cómo se había producido el cambio y sus recuerdos sobre un Deportivo que «desde el día que llegué me trató de maravilla».

En el repaso a su trayectoria, Manuel Pablo expresó que un logro fecha ha quedado marcado para siempre en su corazón. Casi por encima de los títulos. Fue el segundo ascenso a Primera.

«Ganar títulos es lo máximo, pero para mí lo más difícil fue el último ascenso, porque el club estaba en una situación comprometida, nosotros también, y cuando llegamos en pretemporada éramos solo diez jugadores, sabiendo que el club estaba en una situación muy complicada y que teníamos que ascender. Es un orgullo para mi haber conseguido aquel ascenso», sentenció al excapitán blanquiazul. 

Incógnita

Para el de Bañaderos, ahora comienza una etapa marcada por la incógnita: «Estoy un poco viendo lo que me va a tocar hacer. Quiero ayudar como lo he hecho en el campo, pero ahora desde fuera. Ahora más cerca de Richard, pero quiero aprender cómo trabajan los entrenadores, el cuerpo técnico, un poco de todo. Siento mucho cariño por esto y quiero ayudar en todo lo que pueda», señaló.

Cuarenta años, de los cuales 18 los ha vivido como blanquiazul. Media vida que no ha podido tener, hasta el momento, el adiós con el que todo histórico futbolista sueña. Pudo haber sido contra el Real Madrid, en la última jornada de la pasada Liga, pero en aquel momento apostó por seguir un año más. No se arrepiente. Las circunstancias no eran las apropiadas para festejos.

«Sabía que podía llegar este día. Que podía pasar que tuviera que retirarme sin despedirme. Pero como lo que había pasado aquella semana no me había gustado, pensé que no era el momento. No me arrepiento», explicó antes de admitir que le encantaría poder disfrutar de unos minutos en el campo el próximo 9 de agosto, fecha elegida por el Deportivo para homenajearlo coincidiendo con la disputa del Teresa Herrera frente al Villarreal.

«No voy a dejar de jugar, porque voy a disputar mis pachangas. Así que si el club me propone jugar unos minutos, pues me encantaría. Y claro que aceptaría», expresó ansioso el ya miembro de la dirección deportiva de la entidad blanquiazul.

De la mirada melancólica hacia el campo a la charla paternal de Barritos

PACO RODRÍGUEZ

Mientras sus ya excompañeros se ejercitaban en el terreno de juego, Manuel Pablo miraba desde la grada, apoyado en la barandilla. Su mirada transmitía melancolía. Un pasado muy reciente que a él le hubiera gustado que siguiera siendo presente. «Por mi gen competitivo, claro que me hubiera gustado seguir, pero sabía que esto podía suceder».

Una conversación con Garitano, «muy rápida», sirvió para que el de Bañaderos entendiera que su sitio estaba entre los despachos y la grada. «Fue muy rápido, quedó todo muy claro. Sabía que no iba a jugar nada y hablando un poco con el entrenador, me lo explicó muy bien. Creo que es una buena idea», admitió.

Y se puso a ejercer. Tras esa mañana de meditación y asunción de su nuevo papel, llegó la charla paternal con el delegado del primer equipo, Juan Ángel Barros Botana. Barritos trató de transmitirle su experiencia de más de veinticinco años en una charla que el exfutbolista observaba con atención.

Observando y aprendiendo para seguir trabajando en un club que le hace sentir un privilegiado: «Para mí, se lo dije ayer mis compañeros, ha sido y es un privilegio estar aquí. He vivido mejores y peores momentos pero siempre traté de estar ahí para ayudar al club. En los malos momento ha habido que apretar y se ha sacado adelante. Ojalá lleguen épocas buenas. A muchos de ellos les ha tocado sufrir la parte mala, a mí me ha tocado una parte buena».

Poco a poco Manuel Pablo se irá adaptando a sus nuevas facetas, entre ellas, hacer de enlace entre la plantilla y el consejo de administración. Él asegura estar preparado para todo y desde ya quiere demostrarlo. Los despachos ya han abierto sus puertas al excapitán.