Borja Valle, el vendedor de botas de O Couto

Alexandre Centeno Liste
Alexandre centeno A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Borja Valle, en su etapa en Ourense
Borja Valle, en su etapa en Ourense Miguel Villar

Con 19 años, el nuevo delantero deportivista tuvo que mercadear con su calzado para poder sobrevivir en Ourense

25 jun 2016 . Actualizado a las 18:47 h.

La temporada 2013-2014 fue difícil en el Club Deportivo Ourense. La nefasta gestión que acabó con la entidad rojilla tuvo víctimas, además de la afición y la institución, con nombres y apellidos: los futbolistas. Meses sin cobrar y ninguna solución a la vista se convertía en el día a día de una plantilla en la que militaba Borja Valle, el último fichaje del Deportivo.

La situación llegó a ser tan dramática que el vestuario ourensanista acabó convirtiéndose en un pequeño feirón en el que los futbolistas con menos recursos trataban de conseguir algún euro vendiendo a sus compañeros algunas de sus pertenencias. Es el caso de Borja Valle, quien con un sueldo de 1.100 euros, tuvo que ingeniárselas para poder sobrevivir. Un acuerdo de patrocinio firmado tiempo atrás con Nike le permitió ir trampeando. El futbolista ponferradino aprovechaba el abastecimiento periódico que le hacía la multinacional para vender material entre sus compañeros. Principalmente, las botas.

 Lo recuerda Rodrigo Fernández Lovelle, su representante: «Era joven y, por lo tanto, no había tenido tiempo aún de conseguir ahorros. Y, menos mal que trabajaba Ana, su novia, porque sino... Entonces, lo que él hacía era vender las botas. Tenía compañeros en mejor situación económica y, bueno, pues eso le servía para ir ganando un dinerillo y colaborar con la economía de casa».

«Borja Valle es una historia de superación». El que habla es Luisito, el ahora técnico del Pontevedra que conoció a la última incorporación del Deportivo en el verano del 2012, cuando el extremo ponferradino apenas tenía 19 años y se embarcó en una aventura, la del Ourense, que le haría madurar a una velocidad que ni imaginaba. Seis meses sin cobrar y la incomprensión del consejo de administración cuando pidió ser traspasado al Elche marcaron la estancia del nuevo blanquiazul en una ciudad, la de As Burgas, en la que se hizo amigo del que era su entrenador, Luisito, que acabaría adoptándolo.

«Todo lo que le pase lo vivo como si le pasara a un hijo mío. Porque eso es lo que es Borja para mí. Un chaval excepcional. Más allá de su nivel futbolístico, que es altísimo, como persona se lo merece todo. Todo», explica el técnico gallego. 

Incomprensión

Quizá le cogió tanto cariño por ver la incomprensión que sufría. A Luisito, le dolió mucho cuando el consejo de administración vetó su marcha al Elche, que estaba dispuesto a pagar 15.000 euros para incorporarlo a su filial. «Él vio cómo compañeros suyos pudieron salir, pero a él no le dejaban. Y eso lo frustraba», recuerda su entrenador. Rodrigo, su agente, incluso va más allá: «También lo quería el Oviedo, que ofrecía un dinero. Pero no le dejaron. Querían más dinero. No le pagaban, pero le exigían un traspaso. Incomprensible e injusto».

Santi M. Amil

Y cuando peor lo estaba pasando, más trabajaba y se esforzaba. «Podía hacer lo que quisiera con él. Llegó a jugar de lateral derecho e izquierdo, de interior derecho e izquierdo y de media punta. Nunca decía que no. Es más, en la final de la Copa Federación que le ganamos al Guadalajara, actuó de lateral diestro e hizo un partidazo. Es un pedazo de pan», insiste Luisito.

Ahora, Borja llega con la madurez de haber sufrido en el fútbol no solo económicamente, sino en forma de lesiones, pero con la misma hambre que al principio para tratar de hacerse sitio en un histórico de Primera como el Dépor. «En cuanto Garitano lo vea, se lo queda», asevera su padre futbolístico.

Tuvo un grupo de música en Ponferrada

La gran afición de Borja Valle es la canción. En Ponferrada, antes de cumplir los 20, tenía un grupo de música. «Toca tú», se llamaba. Era un cuarteto (dos chicos y dos chicas) que actuaban por las fiestas de los diferentes pueblos de la zona.

Luego llegó la dedicación exclusiva al fútbol, pero la canción sigue gustándole. En el vídeo de la historia del Oviedo hace gala de ello. Igual que en la celebración del ascenso a Segunda con el conjunto carbayón. Ese día entonó una ranchera que hizo vibrar a la afición, a sus compañeros y al propio Carlos Slim, que llegó a elogiar su potente voz y entonación.

«Sal ahí y usa ese mal genio que llevas dentro; luego vienes y me dices todo lo que te estás pensando», le dijo Luisito en un partido

Cuando Luisito empieza a hablar de Borja Valle se le pasan los minutos sin darse cuenta. «Tengo mil y anécdotas con él y todas demuestran la calidad humana y deportiva de este chaval». Y así pasa a contar una significativa: «Conmigo solía jugar siempre porque era muy bueno. Sin embargo, hubo un momento que estaba algo bajo. No me gustó cómo había entrenado durante la semana. Jugábamos contra el Sporting B, que entrenaba el Pitu Abelardo, y cuando repartí dorsales le di el 14. Noté en su cara que no le gustaba nada. Pero no me dijo nada. Se quedó bufando en solitario. En el descanso le mandé calentar y le dije: ‘Ahora, sal ahí y usa ese mal genio que llevas dentro; luego vienes y me dices todo lo que te está pasando‘. Miró para mí y se calló. Íbamos 0-0, saltó al campo y acabamos ganando 0-2, con dos goles suyos. Nos abrazamos y no me dijo nada», recuerda Luisito.

«Cuando tenía 19 años ya le llamaban el Cristiano Ronaldo de Ponferrada», recuerdan tanto su exentrenador como su representante aunque este último aclara: «Pero es todo lo contrario a Cristiano. No se parecen en nada».

Sin embargo la fama de Valle llega hasta la capital de españa y así fueron varios los medios de comunicación que en el año 2012 habían publicado el interés del Real Madrid en ficharlo para el Castilla cuando la Ponferradina se enfrentó al primer equipo blanco en la Copa del Rey.

Entre las anécdotas que adornan su carrera profesional está que su primer gol en Segunda División se lo marcó al actual portero del Real Madrid, Keylor Navas. Fue jugando con la Ponferradina contra el Albacete. El ahora deportivista saltó al campo en el minuto 71 y solo necesitó 19 minutos para batir al internacional costarricense y dar la victoria a su equipo. La próxima temporada podría volver a verse frente a frente con el meta. Desde aquel día pasaron 5 años y muchos cambios en la vida de ambos.