El pasado rojiblanco del técnico del Villarreal preocupa en A Coruña ante sus partidos contra Dépor y Sporting
07 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Nació en Villaviciosa hace cincuenta años. Jugó y entrenó tanto en el filial del Sporting como en el primer equipo. Y ahora, Marcelino va a ser en las dos últimas jornadas juez de una Liga en la que su equipo de toda la vida se juega la permanencia. El Dépor también. Y el temor se ha instalado en A Coruña ante la forma en la que el técnico del Villarreal afrontará los dos últimos encuentros de Liga. El próximo, recibiendo al conjunto blanquiazul y el siguiente, visitando el campo del Molinón, en el que tantas tardes ha vivido.
Antes de la eliminación del Villarreal de la Liga Europa, se esperaba que el encuentro de mañana pudiera ser una fiesta en El Madrigal y que el equipo amarillo estuviera más pendiente de la final que del Deportivo. Sin embargo, tras caer el jueves, la hinchada blanquiazul empieza a temer que los locales busquen despedir la temporada con una victoria y que, de paso, Marcelino trate de hacer un favor a su Sporting. Un favor esta jornada y la próxima, en la que muy pocos dudan de un triunfo gijonés.
Son estos dos de los partidos en los que se decidirá la permanencia y que están marcados por la suspicacia. Pero hay más. Varios son los equipos que en estas últimas jornadas no se juegan nada y se miden a rivales enfangados en la lucha por la salvación. De su actitud dependerá en gran parte que el Dépor pueda estar la próxima temporada en la máxima categoría del fútbol nacional.
Sevilla-granada
El conjunto local solo piensa en la final de la Liga Europa. En la anterior jornada de Liga, Marcelino hizo once cambios respecto al anterior partido para jugar en Cornellà. En la presente, tras la celebración del éxito de alcanzar una nueva final del torneo continental, se cuenta con que en la convocatoria del vasco aparezcan entre cinco y siete futbolistas del filial, lo que, sin duda debilitará mucho a los hispalenses. La relación de la directiva sevillista con Quique Pina también preocupa en A Coruña ya que es público que hasta hace nada era bastante buena.
La esperanza blanquiazul se centra en que la presión que puedan hacer su hinchada, hermanada con la deportivista, pueda ser suficiente para contagiar a los jugadores andaluces y que los motive para intentar ganar a un Granada que sí tiene mucho en juego. Un encuentro de brazos caídos por parte del Sevilla sería tomado como una ofensa en A Coruña, una ciudad que simpatiza con el club hispalense.
Real Sociedad-Rayo
Los donostiarras aseguran que quieren despedirse de su afición con un triunfo. Si el Sevilla no se juega nada contra el Granada, qué decir de la Real Sociedad que recibe al Rayo. Sin embargo, sin Liga Europa con la que distraerse en San Sebastián, los futbolistas y el técnico donostiarras sí que han mostrado esta semana su deseo de concluir la temporada en casa con una victoria.
En contra de la esperanza está el precedente del año pasado. El conjunto vasco recibió al Granada en la penúltima jornada de Liga. Los andaluces se jugaban la permanencia y firmaron un contundente 0-3 en Anoeta. Este recuerdo lo guardan en la mente futbolistas como Xabi Prieto, que esta semana ha asegurado que no quiere irse de vacaciones con una sensación similar a la del pasado verano, por lo que anunció suficiente motivación en su equipo.
Getafe-Sporting
Temor ante un nuevo pacto del conjunto asturiano. Público y notorio fue durante años el pacto de Llanes que mantenían Sporting y Racing, según el cual si uno de los dos clubes necesitaba los puntos a final de temporada, los conseguiría. Este año, en A Coruña se teme otro acuerdo gijonés, en esta ocasión con el Getafe, que permita llegar a ambos con posibilidades de permanencia a la última jornada. Si el Dépor empata en Villarreal no le importará esa igualada en el Coliseum Alfonso Pérez. En caso de derrota, puede mandar a los gallegos a Segunda.
Betis-Getafe
Solo una carambola de resultados puede propiciar que los verdiblancos se jueguen algo. Si hay un equipo de los de la zona baja que está prácticamente salvado ese es el Betis. Para que pueda descender tiene que perder sus dos partidos y sus rivales ganarlos. Por eso, lo normal es que llegue a la última jornada sin jugarse nada. El hecho de que haya salvado la temporada antes de lo esperado hace unos meses, provoca que tampoco tenga una necesidad de victoria ante su público.
Rayo-Levante
Todo a favor para el conjunto de Paco Jémez. Tras una pésima temporada no parece que el Levante pueda hacer sombra al Rayo en la última jornada si los de Paco Jémez precisan de un triunfo para salvarse.