El Dépor quiere sellar la permanencia a costa de un Barça que llega nervioso y con la Liga en peligro
20 abr 2016 . Actualizado a las 18:26 h.Arde Riazor. Tensión máxima. Llega el líder (20 horas, canales digitales). Tocado. Casi hundido. Se juega una Liga que tenía ganada hace menos de tres semanas. Un campeonato en el que sigue siendo favorito. Pero cada vez menos. Un torneo en el que sus aspiraciones de victoria pasan por ganar esta noche en A Coruña a un Dépor que con Víctor Sánchez del Amo como técnico no ha perdido contra el conjunto azulgrana. Un equipo, el coruñés, que también se juega mucho: la salvación. Aunque los 38 puntos que tiene dan cierta confianza, los gallegos no se fían y quieren cerrar cuanto antes su reserva para jugar una temporada más en Primera. Y eso se produciría si gana esta noche al otrora invencible Barcelona.
Un duelo en la máxima que las lesiones pueden condicionar. Las dos zagas afrontan el partido muy tocadas. El Dépor, además de tener que jugar desde hace semanas con el tercer portero, no podrá contar con Arribas y Lopo, sancionados. En ataque también tiene problemas, con Luis Alberto, baja por una lesión muscular. En el caso del Barça, sin Piqué, Vermaelen y Mathieu, tendrá que recurrir a la dupla Mascherano- Bartra para el eje de la zaga.
Víctor tirará de laboratorio para suplir las ausencias. Según lo trabajado ayer tras la lona, el técnico apuesta por reforzar la banda izquierda con un aguerrido Laure, diestro, en detrimento de Luisinho, zurdo.
También plantea el entrenador blanquiazul reforzar el medio del campo. Para eso, ha estado probando con un trivote, en el que Álex Bergantiños (goleador en el Camp Nou) regresaría al once para acompañar a Celso Borges y Pedro Mosquera. La ausencia de Luis Alberto podría suplirla haciendo caer a la banda a Lucas Pérez, dejando la punta del ataque para el goleador de nuevo cuño: Oriol Riera.
El objetivo es frenar a un Barça que, incluso en horas bajas, no permite relajarse al técnico blanquiazul. «Habrá quien diga que los malos resultados pueden generar dudas e inestabilidad en el club y puede provocar un rendimiento más bajo. Pero también hay opiniones de que un equipo con necesidades eleva todos sus niveles de atención, se activa al máximo y, si por encima se les une la calidad, pues más difícil aún», reflexiona el inquilino del banquillo de Riazor.
Última victoria blanquiazul
Un Barça que no pierde en Riazor desde hace ocho años, cuando sendos goles de Pablo Amo y Juan Rodríguez situaron el 2-0 en el marcador de Riazor. Un año después, fue Bodipo el que rescató un punto para el conjunto blanquiazul. Y, desde entonces, el cuadro gallego ha encajado una media de cuatro goles en las cuatro visitas realizadas por la entidad azulgrana (1-3, 0-4, 4-5 y 0-4).
Un póker de malos resultados que el actual plantel quiere hacer olvidar con un partido en el que los coruñeses saben que estará pendiente el mundo futbolístico español. Una victoria coruñesa o un empate agravarían la crisis azulgrana y pondría a un nervioso Luis Enrique en entredicho. Riazor, que será juez de la Liga (la última jornada llega el Madrid) aguarda al campeón. La tensión se palpa en el ambiente.
Exjugadores del Madrid y del Atlético conjurados
Madridistas y atléticos estarán esta noche pendientes de lo que el Deportivo pueda hacer frente al Barcelona. Tienen puesta su confianza en el conjunto que prepara Víctor Sánchez del Amo (un exfutbolista blanco). Pero no es el único de los blanquiazules que tienen pasado en la capital de España. Cuatro de ellos (Juanfran, Mosquera, Laure y Cani) se unieron en conjura para ayudar a sus exequipos. Como Lucas Pérez, que en su día perteneció a la entidad colchonera.
El último pinchazo del Barça ha generado un repunte en la venta de entradas para hoy
En una temporada que parecía decidida en lo que al título de Liga se refiere, el Deportivo se ha encontrado con que el encuentro del Barça de esta noche ha pasado de casi carecer de interés a ser decisivo en el desenlace final del campeonato. Y eso se ha traducido en un aumento en la venta de entradas.
En las últimas horas, desde que el conjunto azulgrana cayó derrotado frente al Valencia el pasado domingo en el Camp Nou, ha habido un repunte en la venta de localidades para presenciar el partido en el que muchos hinchas confían en que se certifique la permanencia del Dépor el Primera. Algo difícil, pero no imposible.
Y eso supone un ingreso extraordinario para la todavía maltrecha economía de la entidad blanquiazul. Fuentes del club estiman que la venta final de entradas estará por encima de las cinco mil, a una media de ochenta euros, lo que podría suponer una recaudación en torno a los cuatrocientos mil euros. Un regalo inesperado para un Deportivo que sigue luchando por deshacerse de un enorme lastre en forma de deuda que arrastra.