La recuperación de Borges añade una nueva rotación al centro del campo
09 feb 2016 . Actualizado a las 19:43 h.El encuentro del sábado (22.05 horas, La 1) contra el Betis en Riazor puede convertirse en el punto de partida del debate deportivista: ¿Bergantiños o Borges? Con Mosquera como indiscutible director de juego, la recuperación del metrónomo costarricense incrementa la competencia en la sala de máquinas blanquiazul, donde el rubio canterano había barrido a Juan Domínguez en las preferencias de Víctor Sánchez. Después de que Borges recibiese el alta médica la pasada semana y hasta se declarase dispuesto a jugar contra el Sporting -ya fueran «cinco, diez o quince minutos», dijo-, aunque finalmente el técnico no lo incluyó entre los elegidos, solo parece cuestión de tiempo que comience a entrar en las rotaciones de su equipo.
Bergantiños había jugado 29 minutos hasta que estrenó titularidad el pasado 21 de noviembre en el derbi contra el Celta. Casi no había otro al que alinear. Borges acababa de lesionarse con su selección y Juan Domínguez se lastimó en uno de los últimos entrenamientos antes del esperadísimo choque. Así, el técnico apenas podía elegir entre dos especialistas: el mediocentro coruñés, que fue finalmente el preferido, y Medunjanin, inédito desde el verano (participó en su último partido en el salvador punto de la pasada campaña en el Camp Nou) y que hace solo unos días ha rescindido su contrato con el club después de no disputar ni un solo minuto de esta Liga.
Borges se había revelado indiscutible desde el principio. Autor de un gol de cabeza después de una jugada de videoteca de todo su equipo (8 toques de 6 jugadores en 15 segundos y gol) contra el Rayo en Vallecas, también sirvió la asistencia a Fayçal en la victoria frente al Betis hace justo una vuelta. Su carácter de futbolista capaz de defender como un león su propia portería y de llegar con peligro a la contraria lo convierten en un futbolista único en la plantilla. Con él sobre el terreno de juego los coruñeses ganaron tres partidos y perdieron dos, justo los mismos números que con Bergantiños desde que entró en el equipo titular, junto al que el Dépor ha empatado más.
La llegada a la alineación del canterano cambió el esquema deportivista. Del 4-5-1 al que Víctor recurría habitualmente con el costarricense, pasó a un 4-4-2 en el que entre Bergantiños y Mosquera sostienen el trabajo del centro del campo. El canterano exhibe gen competitivo, esfuerzo y sacrificio para cubrir las carencias defensivas del equipo. Eso sí, no se olvida de llegar al área rival, pues sus mejores apariciones coincidieron con partidos de campanillas: su disparo en el derbi quedó muerto a los pies de Lucas para abrir el marcador, y en el Camp Nou sacó fuerzas de donde no había para correr al contragolpe junto al pichichi y marcar de espectacular disparo cruzado.
Más elaboración
La puesta a punto de Borges coincide con la llamada de atención de Luis Alberto, quien después del entrenamiento de ayer llamó a insistir en la posesión del balón, una situación en la que la labor del centro del campo se revela fundamental. «Siempre se puede hacer más, hay que seguir elaborando más juego, hay que seguir creciendo y seguir aumentando el nivel y así llegarán seguro las victorias», comentó sin entrar en más detalles.
La vuelta de Borges reabre las posibilidades en una posición donde Bergantiños disputó siempre los noventa minutos desde su estreno en el once, mientras Mosquera solo se perdió por sanción el partido contra el Barcelona, pero disputó el resto de los partidos sin descanso.