El 2015, dentro de la penosa travesía que supone navegar con una mochila de cien millones de euros sobre la espalda, ha sido un año esperanzador de cara al futuro del Deportivo, aprobado con muy buena nota por Tino Fernández y su equipo. Pero el fútbol no da tregua y ya hemos empezado un 2016 con importantes desafíos y retos para los gobernantes del club.
1). Primero, el Villarreal. Una vez que la permanencia parece casi asegurada con 27 puntos a estas alturas de campeonato, ganar hoy al submarino amarillo colocaría al equipo en una dimensión impensable, peleando por Europa con la mitad de la Liga ya disputada.
2). Renovar a Víctor Sánchez del Amo. La continuidad del madrileño es un hecho, pero hay que concretarla pronto. Porque al margen de cumplir con esa máxima de dar continuidad a lo que funciona, se trata también de conseguir estabilidad y de que la plantilla blanquiazul sepa a ciencia cierta que en las próximas temporadas, Víctor será su entrenador.
3). Apuntalar el plantel. Jugadores como Sidnei, Mosquera y Lucas pueden ser tentados por entidades más adineradas. Si Fernando Vidal consigue mantener la columna vertebral del equipo, con un par de retoques, el Dépor seguirá creciendo.
4). La comunicación. En esta faceta está desconcertando el Deportivo. Al tiempo que el club se abre a la sociedad coruñesa y gallega, la comunicación va por otro camino, no quedando claro si nos encontramos ante graves errores en la gestión del día a día, o ante una política aprobada y auspiciada por el consejo del club.
5). Captación de recursos. Se ha trabajado mucho y bien en la captación de nuevos ingresos. Con el contrato televisivo, y la continuidad en Primera, el pago de la deuda será más sencillo, pero Tino necesita sacar algún conejo de la chistera para competir con clubes más saneados.
5). Cantera. El club, que ya ha dado pasos importantes, debe continuar destinando recursos a la cantera. Si se hace con profesionalidad, dará frutos sí o sí.
6). La infamia del pasado. El Deportivo no ha sido resarcido todavía por el estropicio sufrido bajo la gestión de Lendoiro. Este asunto debería ser irrenunciable.