El exitoso regreso del portugués al once inclina la balanza a favor de su continuidad
26 nov 2015 . Actualizado a las 13:08 h.La combinación de plagio y cautela está resultando un éxito y el Dépor enfila una marca sin precedentes este siglo. Víctor se ha apuntado a esa filosofía del «partido a partido» machacada por Simeone, con el añadido, a modo de toque personal, del vaso medio lleno en caso de empate. El conjunto blanquiazul, aferrado a que cualquier punto es bueno, acumula ya 18 y solo dos derrotas en el casillero a la altura de la jornada doce. Hace apenas un año, la situación se invertía: el par eran victorias, y los coruñeses habían caído ya en siete ocasiones durante las trece primeras citas.
Entonces, a 4 de diciembre, con el equipo en zona de descenso y la grada de uñas, Luisinho añadía otras dos campañas a su contrato para estirarlo hasta el 2018. Antes del milagro del Camp Nou se convirtió en el futbolista más utilizado de la plantilla, pero el nuevo curso comenzó con una trifulca con Arribas de la que le ha costado redimirse. En el derbi regresó a la titularidad tras seis encuentros de grada y demostró merecer un sitio en las alineaciones mutantes de este Dépor. Se aproxima así el desenlace de un culebrón coral.
¿Cuál fue la actitud del jugador tras la sanción?
Consciente del error, pero sorprendido por la magnitud de la reacción, se reunió con el cuerpo técnico e intentó sin éxito hacer lo mismo con la plantilla. Pidió disculpas en un comunicado respondido por Manuel Pablo en sala de prensa en un acto que dolió especialmente al luso. A partir de ahí apostó por ganarse el regreso al grupo en Abegondo.
¿Cómo fue su relación con el míster desde entonces?
El roce entre técnico y jugador no arrancó en el enfrentamiento con Arribas. Ya durante la pasada temporada mantuvieron desencuentros y según comenta algún compañero el contacto era mínimo a principios de este curso. Tras el altercado en los campos de entrenamiento y la posterior reunión en la propia ciudad deportiva, la relación pasó a ser inexistente más allá de lo estrictamente profesional. Sin embargo, hace escasas semanas, Luisinho y Víctor volvieron a mantener una conversación que encauzó la situación del futbolista.
¿Qué papel jugó la directiva?
En la normalización jugó un papel clave la directiva, a la que sorprendió el órdago inicial del míster y que se resistió en todo momento a desprenderse de un activo como el zurdo de Porto. El agente del ex del Benfica se reunió un par de veces con el presidente blanquiazul para comunicarle que contaba con ofertas por su representado, quien sin embargo daba absoluta prioridad a seguir en A Coruña siempre que partiera con igualdad de oportunidades. Tino Fernández se negó siempre a valorar una salida.
¿Está restablecida la calma en el vestuario?
La victoria en el derbi gallego ha contribuido a relajar el ambiente en el plantel. Además, entre Luisinho y Arribas no han vuelto a producirse incidentes. El portugués, que está especialmente unido a Sidnei y a Fayçal Fajr, ha insistido varias veces en que no tiene ningún problema con sus compañeros.