Víctor está utilizando una estrategia que es buena, aunque tiene doble filo. Está escogiendo a sus futbolistas en función de cada partido. Y le está saliendo bien. Si ayer le hubiese salido mal, estaríamos diciendo que no tiene un once ideal, que aún no lo encontró o que no da continuidad a una idea. Pero el equipo está respondiendo siempre competitivamente. Cuando hay decisiones y llega el resultado nadie dice nada. Es así. No tiene sentido preguntarse por qué escogió a Luisinho si no había jugado, o cómo lo alineó a él y no Fayçal. Todo está saliendo a pedir de boca y el equipo protagoniza una buena temporada. ¿Cómo responderá el vestuario a esta estrategia con el paso de las jornadas? Pues depende de cómo transmitas a los futbolistas tu manera de pensar. Lo que más les desconcertaría son decisiones sin ton ni son. Pero si transmites que tus decisiones van en función del trabajo diario, lo entiende. Lo que no aceptaría sería no tener un hilo conductor. Cada domingo vuelve a estudiar la situación, sus cosas negativas y positivas. Pero hasta ahora las decisiones le van favoreciendo.
Vi un Deportivo muy intenso, rápido y vertical. Como ya me había parecido en las primeras jornadas, estuvo más cómodo sin balón que con él, recuperó, buscó un pasador y lanzó a las dos balas que tenía arriba. Hizo el partido que más le gustaba, correr a los espacios, la situación en la que Lucas está más cómodo.