Álex Bergantiños: «Ser suplente no me hará renunciar a estar en el equipo en el que siempre quise jugar»

Alexandre Centeno Liste
alexandre centeno A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

GONZALO BARRAL

Sostiene que ha llegado a jugar en el Dépor gracias a su trabajo y que tiene que ser fiel a esa idea

16 oct 2015 . Actualizado a las 14:04 h.

Cuando de pequeño jugaba en el patio del colegio de la Sagrada Familia y Fran se hartaba de dar asistencias a Bebeto para marcar goles o veía cómo el Dépor ganaba el primer título oficial de su historia, Álex Bergantiños (A Coruña, 1985) ya sabía que él quería vestir algún día esa camiseta.

No fue fácil conseguirlo. Nunca fue el más habilidoso, rápido o goleador... Pero sí el más trabajador. Su constancia y disciplina le han permitido ir subiendo peldaño a peldaño en su carrera deportiva. Tercera, Segunda B, Segunda y Primera. Por fin juega en su Dépor. En su casa. Y es feliz. Y esa euforia que tantas veces mostró desde el fondo del estadio cuando era niño y festejaba un gol, se ha convertido ahora como profesional en imagen del club para la captación de socios. Algo que ni en sus mejores sueños. Esos en los que algún día se ve jugando en Europa.

Por eso, aguarda paciente su oportunidad incluso cuando las adversidades son más duras. Y lo seguirá haciendo porque no se imagina una vida sin el escudo del Dépor en el pecho y el blanquiazul en su corazón.

-¿Cómo se lleva haber jugado solo media hora en este inicio de temporada cuando en anteriores era pieza clave en el equipo?

-Pues esperando y trabajando. Mi forma de ser no es de quejarme, sino de seguir tratando de mejorar. Me ha costado mucho llegar hasta aquí. Y lo he conseguido a base de trabajo. No soy un jugador vistoso ni con una calidad tal que vaya a ganarme un puesto sin currármelo. Por eso no puedo renunciar a ello. Si me ha traído hasta aquí, tengo que mantenerlo.

-Ya son varios los años que empezando de suplente acabó jugándolo todo. ¿Espera lo mismo?

-Después de las cesiones, salvo el primer año con Oltra que jugué casi todo, siempre me ha costado un poco arrancar. Soy un poco diésel. Este año se une, además, que la plantilla es mucho más completa. Y que el equipo está funcionando muy bien. Así es difícil. Pero qué le vamos a hacer. Trabajar día a día, mejorar y estar preparado para responder cuando llegue la oportunidad. Soy un privilegiado porque juego en Primera con el Dépor. Así que no puedo quejarme.

-Siempre quiso jugar en el Dépor, pero tras lo del año pasado y ahora su suplencia, ¿cree que vale la pena a cualquier precio?

-El año pasado hubo momentos difíciles tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo pero en esta vida de todo aprendes. Con instantes como el de Bilbao o la salvación en el Camp Nou todo queda superado. Tienes que aprender, disfrutar y quedarte con los momentos positivos. Nadie te garantiza jugar en ningún equipo. Habrá momentos con más opciones y otros con menos. Por eso le digo que, ser suplente no me hará renunciar a estar en el equipo en el que siempre quise jugar.

-Dice que no es un jugador vistoso, pero el año pasado se vio un Bergantiños atrevido y capaz de dar grandes asistencias.

-Lo que buscó Víctor Fernández conmigo es que me soltara más, que arriesgara más en mis pases. Por la forma de jugar que teníamos busqué pases más arriesgados, de media distancia. Con la confianza de tener partidos, empecé a tener más soltura y brillé más en ataque. Son momentos de confianza y con la experiencia de los años, amplias tu repertorio en determinadas cosas.

-Y demostró que no es cojo.

-Ningún jugador de Primera es cojo. A veces por la tensión, los hay muy buenos que no brillan en otras funciones, pero sí en unas que no llegan tanto al aficionado. Yo soy de juego más oscuro, pero cualquier futbolista de Primera tiene calidad para hacer buenos pases. Y, por fortuna, todos tenemos cabida. Para que el puente tenga belleza hacen falta arquitectos, pero también obreros. Y en el fútbol también hacen falta jugadores de mi perfil. Me siento supervalorado en el día a día. Sé que no soy de marcar goles, pero para eso ya están otros.

«Cada vez que mi hija ve mi imagen en el anuncio se pone a gritar: '¡Papá, papá!'»

«Trabajo» es una de las palabras que más pronuncia Álex Bergantiños durante la entrevista. Porque si de algo entiende es de currar y currar. Entrena por las mañanas, realiza el nivel III del curso de entrenador y, «no sin esfuerzo», estudia ADE. El resto del tiempo lo dedica a su familia y, en especial, a Daniela, su hija de casi dos años que a los pocos días de nacer ya era socia del Dépor.

-¿Qué supone para usted ser imagen en la campaña de abonados? ¿Le sorprende a su hija encontrárselo en los carteles?

-Un orgullo. Me ha hecho mucha ilusión. Es una imagen que guardaré mucho tiempo. En cuanto a mi hija, cada vez que ve mi imagen en el anuncio se pone a gritar: ?Papá, papá? (se ríe)

-Para orgullo, imagino que el de llevar el brazalete de capitán.

-Pues imagínese. Ese momento del sorteo de campos y los dos capitanes con el árbitro es algo que he mitificado desde pequeño. Y tuve la ocasión de vivirlo yo desde abajo. La primera vez que porté el brazalete en Riazor, me hice incluso una foto con mi hija de recuerdo.

-Ya pocos sueños le quedan por cumplir, quizá jugar en Europa.

-Soñar es humano. ¿Por qué no? Pero hay que ir paso a paso. Yo siempre he subido de categoría en categoría: Tercera, Segunda B, Segunda, Primera, permanencia... Pues este año intentaremos no sufrir como el anterior y así seguir creciendo. Primero hay que mantenerse y luego soñar. Y, por supuesto, primero está el Athletic.

-Raúl García, Aduriz...

-Etxeita, Laporte, Sanjosé, Susaeta, Williams... Son muchos jugadores los que tiene y mucha variedad de recursos. No han empezado muy bien por la Liga Europa pero seguro que irán a más.