«Habla otro idioma en la cancha»

d. barreira, J. garcía A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

El carácter reservado de Jonathan fuera del campo contrasta con su desparpajo en el terreno de juego

28 ago 2015 . Actualizado a las 14:12 h.

En las calles de Florida, una pequeña población del centro de Uruguay, dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol, Jonathan Rodríguez, la última incorporación del Deportivo. En el seno de una familia humilde y conviviendo con cinco hermanos, la pelota que siempre llevaba pegada al pie se convirtió en su mejor amiga. «Desde muy chico, pasaba todo el día en la cancha que tenía al lado de su casa», asegura Sergio Pardo, entrenador y padre futbolístico de Jonathan en el Atlético Florida, equipo que lo vio crecer hasta su despegue en busca de retos mayores.

Sus inicios

«Desde chiquitín demostró condiciones muy buenas»

El técnico fue el primero en darse cuenta del diamante en bruto que le había llegado. «Estuvo conmigo desde que tenía diez años hasta que cumplió los quince. Desde chiquitín, siempre mostró unas condiciones muy buenas» asegura Pardo. Jonathan, que pasó por todas las categorías del equipo uruguayo, comenzó a destacar rápidamente. Los grandes del fútbol uruguayo asomaron la cabeza desde muy pronto, interesándose por el prometedor ariete. En el 2008, «el Cabecita», como lo apodan en su tierra, se desplazó hasta la ciudad deportiva del Peñarol de Montevideo para comenzar a entrenar con ellos y dar un paso al frente en su ilusionante carrera futbolística. Su temperamento no se lo permitió. La timidez, una de las características más definitoria del carácter de Jonathan Rodríguez, le produjo la necesidad de volver a casa con los suyos. Todavía no estaba preparado para dar ese salto. «No se quiso quedar allí porque eso suponía alejarse de su familia», cuenta Sergio Pardo.

No fue hasta el 2011 cuando Jonathan abandonó su ciudad natal. «Le dije que esa era su última oportunidad para seguir creciendo como futbolista y que tenía que aprovecharla», relata Pardo. El fichaje fructificó en unos términos peculiares. Jonathan Rodríguez se fue a Peñarol a cambio de 7000 dólares y un saco de pelotas de fútbol. El entrenador del nuevo delantero deportivista en el Atlético Florida asegura que «en el club aún se están lamentando de haber sacado tan poco por Jonathan. A Peñarol le salió regalado el fichaje».

Su cara más tímida

«No le gusta comunicarse con los medios»

Personas cercanas al jugador resaltan su carácter reservado. «Es una persona humilde y sencilla» señala Facundo Guichón, actual jugador del Alavés y también natural de Florida, con quien Jonathan compartió casa y vestuario durante su estancia en Peñarol. Ambos aprovechaban sus ratos libres para cubrir los 100 kilómetros que distancian Montevideo de su ciudad natal. «Servía para fortalecernos y volver a arrancar la semana con unas ganas tremendas» declara Guichón.

Su timidez alcanza un grado mayor cuando se cita con los medios. El día de su presentación se mostró muy retraído. «Desde pequeño es así. No le gusta comunicarse con la radio, con los medios. Tiene un temperamento muy tímido», asegura Sergio Pardo. «Se le dio todo muy rápido. Quizás se fue agobiando muy pronto con el tema de las cámaras y los micrófonos», dice Guichón.

En el campo

«Es un goleador nato»

Su manera de ser fuera de los terrenos de juego contrasta completamente con su descaro sobre el verde. «Dentro de la cancha habla otro idioma completamente distinto», avisa Facundo Guichón. Víctor Púa, responsable de las categorías inferiores del Peñarol en el momento de la incorporación de Jonathan, señala que se quedó deslumbrado por su «velocidad y su facilidad para resolver». Los dos goles anotados frente al máximo rival, el Nacional, dan buena muestra de ello. En ese encuentro Jonathan Rodríguez se ganó un hueco en el recuerdo de su hinchada con dos goles que le sirvieron como carta de presentación. En ambos aprovecha el espacio dejado atrás por los defensas para internarse rápidamente en el área rival y batir al guardameta. «Es un goleador nato, muy preciso, va bien de cabeza y también puede caer a banda» comenta Púa.

Un futuro prometedor

«Es un futbolista óptimo para el Deportivo»

Los que lo conocen bien, auguran un futuro espléndido para el ariete charrúa. «Es un futbolista óptimo para el Deportivo», comenta Sergio Pardo, quien todavía mantiene el contacto con Jonathan. «Hablé con él esta semana. Me dijo que está muy contento en A Coruña. Se siente muy cómodo y con ganas de empezar a jugar». Guichón confía en que explote todo su potencial. «Sé lo que puede dar. Va a demostrar lo que es». En Mestalla, con la baja de Oriol Riera, Jonathan puede tener la primera oportunidad de encandilar al deportivismo con sus goles.