Los isquios de Riera, los primeros en caer

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Problemas en la pierna izquierda apartan al ariete de la cita de Valencia como final a una pretemporada sin lesiones musculares

27 ago 2015 . Actualizado a las 14:14 h.

«Creo que me he roto, pero no puedo asegurarlo porque nunca me había pasado». Perplejo y dolorido, Oriol Riera abandonaba ayer antes de tiempo el entrenamiento matinal en Abegondo. El delantero, esquivo a las lesiones, explicaba antes de meterse en la caseta el motivo de su percepción. «Al chutar he sentido un latigazo en la parte de atrás», lamentaba con un gesto de resignación, frotándose la zona de los isquiotibiales de su pierna izquierda.

Mal momento para un problema físico, ahora que la competencia por la plaza de punta se ha multiplicado en el Deportivo con la llegada del uruguayo Jonathan Rodríguez. El desafortunado delantero catalán, elogiado recientemente por Víctor Sánchez -el técnico considera fundamental su aportación más allá de los goles que pueda conseguir-, se perderá seguro el duelo frente al Valencia. A partir de ahí, el tiempo de recuperación lo marcarán las pruebas que se le efectúen hoy y el posterior trabajo con los fisios y el readaptador.

Asentado ya en el equipo, tanto a nivel deportivo como en cuanto al crecimiento de su ascendencia en el vestuario, Riera retornó al conjunto blanquiazul atraído por las sensaciones que le dejó su período de cesión, y convencido de conseguir hacerse un hueco entre los habituales del once. De momento, ese trabajo que tiene «encantado» al míster pese a no subir al marcador, no le sirvió para ser titular frente a la Real. Su salida al campo, sin embargo, facilitó las transiciones de los coruñeses, sobre todo por la liberación que supuso para Lucas.

La falta de pegada y la disparidad de rivales parecían obligar al entrenador del Dépor a buscar nuevas fórmulas para el domingo en Mestalla. Alternativas que ahora se ven limitadas con un percance que emborrona además una hoja de servicios inmaculada este verano.

La de los diseñadores del trabajo físico, que hasta ayer habían logrado superar la fase de preparación eludiendo cualquier baja por problemas musculares. Pese a la tremenda intensidad de las primeras sesiones de trabajo -exigencia que no recordaban ni los más veteranos-, el grupo consiguió salir casi indemne, más allá del cansancio y algunas ampollas.

El cuerpo técnico ha destacado varias veces el éxito de la planificación, sobre todo en cuanto a reparto de cargas trabajo. Víctor destacaba hace tres semanas que el equipo se encontraba ya a nivel competitivo. Objetivo superado gracias también a la aplicación de nuevas tecnologías -se adquirieron dispositivos Wimu y Tendo Sport- que aportan datos esenciales en la dosificación de esfuerzos.

Oriol rompió la racha 55 días después, volviendo a limitar a dos las opciones para el puesto de ariete. El míster tendrá que decidir ahora entre dar continuidad a Lucas en punta o concederle la plaza al nuevo. Un Jonathan Rodríguez que ayer completó su segunda sesión y supo que figura en la citación de Uruguay para los amistosos que disputará ante Panamá y la Costa Rica de Borges, el 4 y el 8 de septiembre.

Fabricio vuelve al grupo en tiempo récord

Mientras Riera se retiraba cabizbajo del área de entrenamiento, preocupado por lo que ya intuía como una rotura muscular, Fabricio seguía trabajando con normalidad junto a Lux, Manu y David Gómez. El portero aliviaba así los problemas blanquiazules en cuanto a ausencias de cara a los próximos partidos.

Aunque el canario no ha recibido todavía el alta médica, solo verlo ejercitarse con normalidad supone una pequeña alegría tras el mazazo de su inoportuna lesión, sufrida en Mugardos durante el último amistoso de la pretemporada.

La lesión de grado dos que se le detectó en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha hacía pensar en un período de baja cercano al mes y medio, aunque desde el club se confiaba en que la condición física del futbolista y su mentalidad ayudaran a acortar los plazos. No habían pasado quince días cuando ayer Fabricio saltaba al césped de Abegondo y completaba la sesión al mismo ritmo que el resto de candidatos a la titularidad bajo palos, sin perderse un solo ejercicio.

La fugaz recuperación del arquero de Vecindario y la llegada de Manu multiplican la competencia en un puesto clave. Frente a la Real, Lux saltó en el once y tuvo intervenciones de mérito para redondear una buena actuación pese a algún titubeo en las salidas, y errores poco habituales en el juego con los pies.

La intención del cuerpo técnico es que las convocatorias incluyan tres metas para afrontar cualquier imprevisto en los desplazamientos. Fabricio podría tener un hueco en la de Valencia.