Jonathan Rodríguez completa una delantera con un potencial muy superior a la del curso pasado
26 ago 2015 . Actualizado a las 16:42 h.Ayer todo fue gozar, que de pasarlo mal ya tuvo tiempo el viernes. Lo de hablar en el campo está hecho para Jonathan Rodríguez; futbolista descarado en horario laboral, ciudadano aterrorizado por los micros. El día de su presentación oficiosa como deportivista, en el descanso del reconocimiento médico, apenas artículo algo más que monosílabos, evidentemente incómodo ante la multitud de alcachofas. Al uruguayo le asaltan desde crío picores frente a la prensa. Huía de ella en Florida y Montevideo y la tolera solo por obligación a este lado del charco.
Menos le cuesta el desparpajo cuando los pies son los que tienen algo que decir. En Abegondo les tocó el turno en sesión matinal, exigidos en los partidillos rotatorios dispuestos por Víctor Sánchez. El nuevo delantero blanquiazul le puso ganas y dejó varios detalles de lo que podrá verse en cuanto se acople al equipo y pueda aspirar en igualdad de condiciones a la plaza que más ha crecido en nivel esta campaña.
A estas alturas, hace un año, el voluntarioso Toché era la única opción para el puesto de ariete. En el último minuto del mercado llegaría Helder Postiga, presunto hombre gol. Trece le pidió medio en broma un directivo antes de que saltara a Riazor para su presentación -«Los que le hagas al Celta cuentan doble», le dijo-. Se fue de A Coruña con dos dianas en el saco y la espalda por fin hecha un primor -en lugar de parchear la zona, se optó por una reparación definitiva-.
Encantados con Oriol Riera
En invierno llegó cedido Riera para doblar la cuenta y aportar además varios extras que le hicieron ganarse un contrato en propiedad. «Con Oriol estamos encantados», proclamaba hace un par de semanas el míster, que sin embargo dejó al catalán en el banquillo frente a la Real. En su lugar alineó en punta a Lucas, al que ya había dicho ver en el papel de ariete, «con unas características totalmente diferentes» a las del ex del Wigan.
El sábado ambos demostraron que sus virtudes son compatibles, y cuando el 9 saltó por fin al campo fue el 7 el más beneficiado por la labor de desgaste y el juego de espaldas a portería de su compañero. Como segundo delantero, Lucas fue el receptor de un par de balones descolgados por Riera, además de aprovechar los espacios que este generaba. Sin embargo, ni por separado ni mezclados consiguieron marcar (el de Monelos anotó en fuera de juego) y el primer partido oficial prorrogó la preocupante sequía de los amistosos de alto nivel de pretemporada.
El nuevo hace ahora crecer las expectativas. Jonathan destaca por su potencia, velocidad y remate. Capaz de disparar sin problemas con ambas piernas, su principal reto está en la adaptación. Al equipo y a la prensa.