«Que Fede no pierda la humildad»

Pedro José Barreiros Pereira
pedro barreiros A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

VALERIO MERINO

Djukic e Iago Bouzón, con quienes coincidió en Córdoba, desmenuzan la cara B del fichaje del Dépor

03 ago 2015 . Actualizado a las 15:19 h.

Djukic conoció a Fede Cartabia cuando era cadete. El argentino llegó de niño al Valencia, que lo cedió al Cracks y al Torrelevante. Allí coincidió con Viktor, hijo del histórico futbolista del Dépor, y este se quedó prendado de su talento. No es de extrañar que él mismo, ya en el banquillo de Mestalla, le diese la oportunidad de debutar con 20 años, en Primera y como titular en la jornada inaugural de la Liga 13-14. «Él estaba en el Valencia B cuando yo fiché por el Valencia y lo llevé en pretemporada con nosotros y se quedó», recordó el entrenador, que volvió a cruzarse con el nuevo fichaje deportivista -a falta de que pase el reconocimiento médico a principios de semana- la pasada temporada, tras el despido de Ferrer en el Córdoba. «Fede es un chico joven, con calidad, trabaja bien, es un buen profesional, lo único que necesita es, por un lado, cariño para que se sienta importante y, por otro lado, no permitirle que pierda la humildad», insistió.

El ya nuevo futbolista del Dépor vestía el dorsal diez (en A Coruña parece que no podrá hacerlo, pues lo lleva Juan Domínguez), como Messi, con quien comparte origen (la provincia argentina de Santa Fe) y nunca ha dejado de ser identificado. «Las comparaciones son odiosas. Messi es Messi y yo soy yo. Un futbolista como Messi nace uno entre miles. Me conformo con ser solo un poquito como él. No pido tanto», respondía en una entrevista en el 2012.

Como Messi

Pero desde aquel estreno en Valencia a este último curso, culminado con el amargo descenso del Córdoba, la trayectoria de Cartabia arroja luces y sombras. En sus mejores momentos los elogios han llegado a compararlo con nada menos que Messi: eléctrico, balón pegado al pie y facilidad para encontrar la meta contraria. «Es muy rápido, sobre todo con el balón en los pies, así que le gusta encarar al contrario, porque sabe que va a dejarlo atrás», recordó el gallego Iago Bouzón, con el que coincidió en el cuadro andaluz. Así, concluyó la primera vuelta del pasado campeonato como el segundo jugador que más regateaba de la Liga, solo superado por... Messi. Claro que esta virtud le llevó a ser tachado de individualista y poco comprometido con la dramática situación de su equipo.

El momento álgido llegó durante la recta final de la campaña en el estadio de La Rosaleda de Málaga, pues mandó callar a varios aficionados. Tuvo que pedir disculpas públicamente. «Tres personajes no puede pagar por toda la afición», había dicho entonces, antes de reconocer que le dolía la situación de su equipo: «Estamos muy fastidiados y a veces no podemos ni dormir». «Había unas expectativas muy altas con él -recordó Bouzón, quien este verano se ha incorporado al Nàstic de Tarragona- y cuando la situación se vuelve tan mala como lo que pasamos al final en Córdoba, quizá lo pagan más estos futbolistas». Y aún añadió: «En el vestuario nunca tuvimos ni un problema con él. Venía de un equipo muy distinto al Córdoba, como es el Valencia, donde estas situaciones no se viven. Él, además, es muy joven», subrayó.

Incluso, como en el caso entre el crac azulgrana y Luis Enrique, se comentaba un supuesto enfrentamiento entre Cartabia y Djukic. Sin embargo, el joven futbolista pareció zanjar el tema poco después de la destitución del serbio, al que destacó «más que como un buen entrenador como una buena persona».

El propio técnico prefirió no remover aquel momento. «Es un buen jugador, con mucho margen de progresión. Pienso que el Deportivo ha hecho un buen fichaje, con desborde y con gol. Si afronta el reto con humildad y trabajo, va a ser un jugador muy útil para el equipo, porque tiene mucha calidad», insiste sobre el nuevo fichaje deportivista, la promesa que va camino de convertirse en próxima estrella de la Liga o en el jugador que no dejará indiferente Riazor.