El fabrilista de nuevo cuño se destacó como el jugador más aplicado contra el Huddersfield

p. b. REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Rita Álvarez Tudela

Álex Corredera, formado en la cantera del Barcelona, la nueva promesa del Deportivo

31 jul 2015 . Actualizado a las 20:01 h.

El Dépor fichó a Álex Corredera desde el convencimiento. Formado en la cantera del Barcelona, donde subió todos los escalones que separan el benjamín B hasta el juvenil de División de Honor, nunca dudó de su potencial. Nacido en Sant Joan de les Abadesses, Girona, en 1996, ingresó con quince años en La Masía y pronto su exquisita zurda comenzó a llamar la atención. Cuando conquistó la UEFA Youth League en la temporada 2013-14 ya estaba considerado como uno de los centrocampistas ofensivos de más talento de las categorías inferiores y destinado a llamar a las puertas del primer equipo. Pero el Barcelona, cuya cantera es el mundo, dudó y comenzó a reparar en sus defectos: que si era irregular, que si tenía poco interés por colaborar en defensa, que si su progresión se había estancado.

Ahí apareció el Deportivo, cuyos ojeadores nunca dudaron. Este verano el club coruñés le firmó un contrato por dos temporadas en las filas del Fabril con la opción de ampliarlo, si sube al primer equipo. En los entrenamientos estivales se ha destacado como el comodín de Víctor Sánchez, quien lo ha alineado tanto a la derecha como a la izquierda, aunque Corredera ha brillado especialmente cuando pudo infiltrarse entre las líneas del equipo contrario y descolgarse a la mediapunta. Como en Huddersfield.

En el primer partido de la gira británica el centrocampista ofreció un repertorio de sus mejores virtudes como principal socio de Luis Fernández y Cardoso. Juntos trataron de hilvanar el escaso juego de ataque de un Dépor que adoleció de frescura en las piernas y al que pareció pesarle la exigencia de la pretemporada. Con el siete a la espalda, como su ídolo de la infancia David Beckham, con el que comparte un privilegiado golpeo de balón.

Cuando Víctor se refiere a la fundación en las categorías inferiores de un grupo de élite del que pueda echar en función de las necesidades del primer equipo todos en el Dépor vuelven la cabeza hacia el centrocampista catalán. Su primera misión será abanderar el objetivo del ascenso a Segunda B, el primer desafío de la nueva sensación deportivista.