Víctor ensayó un once para el Camp Nou en el que reforzaba el centro del campo y optaba por Canella en el lateral, mientras uno de sus ayudantes grababa el entrenamiento desde las alturas
22 may 2015 . Actualizado a las 14:11 h.El plan del Dépor para el Camp Nou dio ayer un nuevo paso. Víctor mostró sus cartas en un entrenamiento que uno de sus ayudantes grabó con una videocámara subido a un andamio. Emulando a Luis Enrique, actual entrenador del Barcelona, cuando dirigía al Celta, donde le gustaba seguir desde las alturas el trabajo de sus futbolistas, Víctor podrá analizar con calma y desde la televisión cómo se desenvolvió el once más probable para en el Camp Nou y que probó sin miramientos en los albores del choque que mañana (18.30 horas, Canal+ 1) decidirá la suerte del equipo coruñés en la Liga. El técnico deportivista debía elegir un nuevo ocupante para el lateral zurdo por culpa de las bajas de Manuel Pablo, lesionado, y Luisinho, sancionado. Optó por Canella, el sustituto natural, pese a que el futbolista cedido por el Sporting de Gijón no ha jugado un solo minuto en lo que va del 2015. Pero, además, varió el sistema.
El Dépor podría jugarse la temporada con un novedoso 4-5-1. En el entrenamiento Víctor Sánchez prescindió de Riera y dejó solo a Lucas en ataque. Su primera intención es la de reforzar el centro del campo. Allí incrustó a Juan Domínguez, pero esta vez no tirado a la banda, sino como pivote junto a los imprescindibles Álex Bergantiños y Borges. Por los costados entrarían los correcaminos Cavaleiro y Salomão, aunque este plan podría sufrir modificaciones si finalmente Juanfran, quien se rompió la mano izquierda el pasado miércoles y ayer se ejercitó al margen de sus compañeros mientras se le prepara una férula con la que pueda jugar, estuviese disponible para el partido. El resto del equipo sería el de las últimas jornadas, con Fabricio bajo palos, mientras Laure se mantendría en el lateral y Lopo y Sidnei como centrales.
Planes
El entrenador madrileño insistió en el juego por las bandas, donde probó constantes dos contra uno en ataque y la precisión en los pases, con los tres mediocentros muy implicados en esta tarea, y la salida rápida al contragolpe. En esta faceta resultará fundamental el talento de los extremos y el descaro de Lucas, con licencia para moverse por todo el frente. La tarea defensiva comenzó con la presencia de tres mediocentros para tapar las posibles diagonales de Messi y compañía. Bergantiños ocupó el eje, mientras Borges se inclinaba a la derecha y Domínguez a la izquierda. Víctor también insistió en la necesidad de juntar líneas y robar el balón para llevarlo rápido a las bandas.
Si finalmente plasma este ensayo, será una nueva vuelta a la pizarra desde que asumió las riendas deportivistas el 12 de abril. Se estrenó frente a la Real con un 4-2-3-1 deudor del empleado por su antecesor, pero luego se inclinó por un 4-4-2 con matices: lo formó con dos extremos puros y dos delanteros contra el Atlético; en Málaga y en Elche se decantó por un mediocentro diestro, Juan Domínguez, en la izquierda; jugó con los cuatro laterales contra el Villarreal y el Athletic; y doblegó al Levante con tres y Salomão a banda cambiada.
Ahora desde el andamio ya se otea el Camp Nou.
El andamio fue la seña de identidad de Luis Enrique en su etapa en Vigo
El andamio sigue en los campos de entrenamiento del Celta en A Madroa como testigo de la única temporada que el actual entrenador del Barcelona pasó en Vigo. El de Abegondo lleva apenas unas semanas en una esquina del segundo campo, el más cercano a donde juega el Fabril. Víctor sacó ayer partido de la instalación, que le permite una perspectiva más elevada de la disposición táctica de sus jugadores durante el entrenamiento. Allí se encaramó Manu Sotelo, el preparador de porteros, para grabar el partidillo en el que el Dépor se probó para la finalísima del Camp Nou.
No era la primera vez que el cuerpo técnico oteaba el trabajo de los futbolistas del Dépor desde las alturas. Durante la etapa de Fernando Vázquez al frente del banquillo coruñés un colaborador se subía al marcador que mira al campo donde juega el filial para grabar algún entrenamiento. Y la videocámara es una herramienta más en la tarea de los porteros deportivistas, que acostumbran a grabar sus prácticas para luego verlas juntos en el vídeo, pulir defectos y seguir evolucionando.
Eso sí, en Barcelona Luis Enrique no se ha olvidado de trabajar desde las alturas. En la ciudad deportiva culé dispone de una terraza que se asoma al campo de entrenamiento. Allí se sitúa el entrenador asturiano cuando desea trabajar con su equipo aspectos tácticos.
Tal y como hizo ayer el Dépor, que no desea dejar al azar ningún aspecto del partido que le llevará al alivio o al infierno.