Es mejor no estar pendientes de con quién va a jugar el rival

Aranzubia

TORRE DE MARATHÓN

20 may 2015 . Actualizado a las 09:37 h.

Recuerdo aquel partido como una situación parecida a la que en esta ocasión le toca volver a pasar al Dépor, salvo que ahora es la última jornada y ya no hay capacidad de reacción. En el vestuario pasamos aquella semana con incertidumbre, pensando en si el Barcelona iba a alinear a los titulares o no. Yo, viéndolo con perspectiva, le pediría a los jugadores de ahora que se olvidasen, que no estuvieran pendientes de eso. Es una pérdida de tiempo y energías en algo que no depende de uno, sino por completo del adversario. Es mucho más productivo entrenarse bien, mantener la concentración en el trabajo y adquirir la confianza en que se puede lograr el objetivo.

Luego, en el partido, me acuerdo de que se pasaron casi todo el tiempo merodeando nuestra área. A nuestro equipo le costaba hacer gol, pero defensivamente éramos muy buenos y apenas nos hacían ocasiones. Tampoco lo consiguió el Barcelona en aquella ocasión. Y en el minuto final salió Xisco para plantarse delante de Valdés y quedarse muy cerca de marcar.

Por mi experiencia recomendaría a los deportivistas defender muy juntos y estar muy atentos para tratar de aprovechar esos pequeños desajustes que la falta de intensidad por la fiesta y las celebraciones posiblemente provocarán en el Barcelona. Claro que si juega Messi parece que todo se pone más cuesta arriba. Es un futbolista tan extraordinario que con ningún otro equipo infundiría tanto temor, pero Messi, por mucha relajación que tenga, si sale veinte minutos o un momento al final, con la calidad que tiene es capaz por sí solo de crear con facilidad situaciones de gol.

Otro factor a favor del Dépor es que sentíamos a la afición muy cerca de nosotros. Aquella temporada hasta las últimas jornadas solo había la mitad de la entrada en el estadio, pero luego la gente se volcó, estaba todo el mundo muy pendiente de nosotros. Incluso recuerdo que para el viaje a Barcelona muchos nos vinieron a despedir al aeropuerto. La pena es que a la semana siguiente de empatar allí, no lo pudimos corroborar contra el Valencia.

En los dos últimos descensos la situación era más fácil que ahora, pero finalmente acabamos descendiendo. Quizá en esta ocasión, cuando todo pinta peor, la suerte caiga del lado del Deportivo. Ojalá sea así. Deben luchar por conseguirlo. Hay que pensar en positivo y afrontar el partido del Camp Nou con la mente preparada para cualquier situación.

Desde luego, estaré atento a todo lo que pase y animaré al Deportivo.