Antiviolencia propone sanciones de 2.000 euros y tres meses sin entrar en un estadio
08 may 2015 . Actualizado a las 20:02 h.«Deja de grabar, que como salga en la tele te rompo la cabeza». La amenaza a uno de los cámaras presentes en el entrenamiento del Dépor quedó debidamente registrada y junto a otra serie de violentas advertencias e insultos «a jugadores y periodistas» engrosa el rosario de pruebas que llevaron a la Comisión Estatal contra la Violencia a proponer una multa de 2.000 euros y una sanción de tres meses sin acceder a recintos deportivos para siete miembros de Riazor Blues. Los ultras fueron identificados entre el grupo de medio centenar de personas que hace una semana invadió los campos de Abegondo y obligó a parar la sesión de trabajo del conjunto blanquiazul.
Fue el triste desenlace a lo que en un principio se vendió como original iniciativa. La de acudir en grupo y vestidos de corto a los campos de entrenamiento y retar allí al primer equipo a una pachanga, demostrando que con el nivel exhibido en el Martínez Valero no se podría derrotar ni a un conjunto aficionado.
Los hinchas aparecieron media hora después de que el plantel saltara al césped y en un principio parecieron contentarse con desplegar una pancarta y cantar desde la grada contra jugadores y directiva. Sin embargo, a los pocos minutos decidieron iniciar una progresiva invasión del terreno acotado para profesionales pese al intento de algún miembro de la seguridad privada de cortarles el paso. Un vigilante fue la primera víctima de la turba. Un par de radicales lo zarandearon mientras recibía amenazas de quienes aún permanecían en las bancadas.
Insultos y amenazas
La acción se trasladó de inmediato a la zona ocupada por Víctor Sánchez y sus hombres, que quisieron desplazarse a su vez para evitar que la tensión cristalizara en enfrentamientos. Sin embargo, los ultras lograron acercarse a los futbolistas para insultarles a corta distancia. La tomaron con Alex Bergantiños, al que tildaron de «payaso», «hijo de puta» y «mamarracho» y le conminaron a abandonar el club. El coruñés se ha convertido en el principal objetivo de los fanáticos por las frases de repulsa a cualquier tipo de violencia pronunciadas tras el brutal asesinato de un miembro de Riazor Blues a manos de integrantes del Frente Atlético. Las bochornosas escenas se produjeron en presencia de agentes de la Guardia Civil y fueron recogidas por los periodistas que acuden habitualmente a cubrir los entrenamientos en Abegondo, y que también soportaron algún insulto y amenaza.
Los hechos, que tuvieron amplia repercusión en los medios, provocaron la reacción de Antiviolencia. El organismo reclamó de inmediato a las fuerzas de seguridad la identificación de los protagonistas de la invasión y ayer se pronunció reclamando las sanciones oportunas.
Partido Elche - Dépor
Junto a ellas, la comisión también pide un severo castigo -60.000 euros y dos años sin entrar en recintos deportivos- para un aficionado que, teniendo en vigor una prohibición de acceso a estadios de seis meses, fue localizado e identificado en el interior del Martínez Valero, durante el partido Elche-Deportivo, disputado el 29 de abril.
Insultos en Twitter
El escrito enviado por Antiviolencia recoge muchas otras propuestas de sanción, referentes a distintas infracciones cometidas durante encuentros recientes de Primera, Segunda y de la Liga de Campeones. Además, y como novedad, la comisión ha decidido actuar contra actos perpetrados en las redes sociales. En este caso, los denunciados en el documento son numerosos integrantes del grupo Jove Elx que a través de sus cuentas de Twitter profirieron graves insultos.
Para cinco de ellos se pide una multa de 600 euros por ataques de contenido racista. Para otros tres la sanción reclamada es de 300 euros, en respuesta a sus improperios contra el jefe de seguridad del Elche. Tres más deberán pagar 150 euros por insultar a la policía a través de la Red.