Lucas Pérez pasa página tras los incidentes con los Riazor Blues

Francisco Pastor A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

El delantero opta por olvidar lo sucedido y centrarse en salvar al Deportivo

04 may 2015 . Actualizado a las 20:17 h.

No quiere darle más vueltas. Prefiere aparcar el tema y centrarse en lo que considera realmente importante: salvar al Deportivo del descenso. Un día después de ser protagonista tras un incidente con los ultras blanquiazules, Lucas Pérez mantenía el silencio y optaba por la discreción.

El coruñés adoptó, al menos de cara al exterior, el discurso elaborado un día antes por Juanfran. Lanzó una camiseta, no se la aceptaron y a pensar en otra cosa. Y otra cosa no es sino el próximo partido, el que disputará el Deportivo el sábado a las diez de la noche en el nuevo San Mamés.

Porque Lucas quiere olvidar un desagradable incidente en el que incluso, según muestran las imágenes de Cuatro, fue víctima de la ira de un radical que le lanzó un manotazo. El partido había sido duro y todavía con la fatiga del esfuerzo realizado, Lucas no se lo pensó dos veces y se acercó al fondo de General, hacia la zona en la que se sitúan los Riazor Blues.

En medio de los gritos de ánimo que todo el estadio estaba lanzando al equipo, el coruñés lanzó su camiseta a la grada y se fue a abrazar a algunos de los más jóvenes, que estaban situados en las primeras filas. Todo transcurría con normalidad hasta que desde las filas superiores baja un violento y lanza un manotazo que parece llegar a tocar en la cara del atacante blanquiazul.

En ese momento, Lucas se encara con la grada y se producen momentos de tensión. En medio, la camiseta del futbolista vuelve para abajo. Lucas incluso tiene que ser retenido por un miembro de la seguridad privada del club para que no continuase la discusión con los más radicales.

Cruce con Juanfran

Mientras este enfrentamiento se producía, Juanfran caminaba hacia la misma zona para, según afirmó después, «tener un detalle» con los hinchas. Sin embargo, pudo observar como Lucas recogía su camiseta del suelo y daba media vuelta humillado. Al tiempo, algunos ultras le hacían gestos al madrileño de que tampoco querían su elástica, lo que provocó que el lateral siguiera el mismo camino que su compañero de equipo. «Si no la quieren, pues nada, están en su derecho», comentaría en la zona mixta.

Fue el punto final de una semana cargada de polémica en la que, tras la penosa imagen ofrecida por el Deportivo el pasado miércoles en Elche, los radicales irrumpieron un día después en el entrenamiento y pararon la sesión preparatoria que dirigía Víctor Sánchez de Amo, enfrentándose a varios futbolistas, intimidándolos e insultándolos gravemente. Álex Bergantiños fue el que peor parado salió al sufrir los peores gestos insultos de los violentos.