El Deportivo se vacía ante el Villarreal para sumar un punto insuficiente

Miguel Piñeiro Rodríguez
Miguel Piñeiro LA VOZ / REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

 El equipo coruñés se reconcilia con la grada por su esfuerzo titánico pero su fútbol no le basta para romper la racha de 13 partidos sin ganar

03 may 2015 . Actualizado a las 01:44 h.

Salió ovacionado el Deportivo de Riazor a pesar de no poder ganar al Villarreal (1-1) y sumar su 13ª jornada sin conseguir la victoria. Lejos de la imagen de equipo desnortado que dio en Elche, el once de Víctor Sánchez se vació ante el de Marcelino, y a pesar de volver a comenzar perdiendo, un pequeño golpe de suerte le permitió igualar a Borges el tanto de Jaume Costa, y buscar el triunfo hasta la extenuación. No la encontró el Dépor porque el fútbol es tozudo y se empeña en que no basta con vaciar el tanque de oxígeno para ganar en Primera división. El equipo coruñés compitió hasta el límite de sus fuerzas pero sigue sin sumar de tres en tres y la permanencia se mantiene en el limbo.

El Deportivo jugaba ante el Villarreal dos partidos en uno, unidos por vasos comunicantes según esa máxima del fútbol en el que, en momentos de crisis, se exigen a los futbolistas reflejar su nivel de testosterna en el campo. Sacudidos futbolísticamente en Elche, la actitud del grupo pasó a ser el foco de discusión en las escasa horas que transcurrieron entre el naufragio del Martínez Valero, los incidentes del entrenamiento del jueves en Abegondo y el pitido inicial del choque contra el Villarreal. El comienzo mostró a un Deportivo dispuesto a ganar el partido de la actitud por goleada, pero con el paso del tiempo empezó a perder el del fútbol: el Dépor corrió, peleó y presionó para despejar toda duda de su compromiso pero recordó enseguida que le falta juego. Saltó el equipo de Víctor Sánchez con el acelerador pisado a fondo, empujado por la grada y por el orgullo propio. El 4-4-2 mutó de nuevo con cuatro laterales en el campo. Se vació el centro del campo coruñés en busca del fútbol directo, con Lucas alejado de la banda y como segunda punta. Víctor Ruiz casi le regaló el gol a Oriol Riera a los 20 segundos con un control horrible y Juan Carlos taponó al catalán tras un brillante pase de Lucas. A los 4 minutos, un córner lanzado con malicia por el coruñés casi sorprende al meta del Villarreal.

Tres buenas llegadas de inicio hablaban a las claras de la intensidad del arranque blanquiazul. El Villarreal, disminuido por las bajas y con la confianza hacia abajo, sufría para meterse en la contienda, impreciso en el pase y en medir a la adelantada defensa del Dépor, que cazaba en fuera de juego a Gerard y a Campbell. Pero con el paso de los minutos, Marcelino optó por una solución para su equipo: darle la pelota al Deportivo. Tuvo el 54 % de la posesión el conjunto local en el primer acto, pero no supo hacer gran cosa con ella. Fue mejor el Dépor cuando empujó a balón parado, cuando tuvo que recuperar la pelota y estuvo acertado al tirar la línea en defensa, pero en ataque, despoblado el centro del campo y abocado al juego directo, sufrió para construir y el partido fue languideciendo sin apenas nada que alterara el pulso de la grada hasta el descanso. El irreprochable ejercicio de entrega del Deportivo se estrellaba con la realidad de sus problemas para generar fútbol con los recursos desplegados en el campo.

El golpe de suerte de Borges

CESAR QUIAN

El mundo se le venía encima a los blanquiazules cuando, a los 3 minutos de la reanudación, Jaume Costa finalizaba de manera espectacular en la frontal del área deportivista la transición del Villarreal. Un sutil toque con el exterior de la zurda para superar al adelantado Fabricio. Quinto partido de Víctor Sánchez en el banquillo, quinto que arranca el Dépor perdiendo. Para un equipo al que hasta la suerte le ha abandonado en las últimas fechas, se le abrió el cielo en la jugada siguiente con un empate. Borges cazó un rechace en la frontal y su disparo de zurda rozó en un defensor para dejar vendido a Juan Carlos. El 1-1 fue un tesoro para un Dépor que, sufriente como está para hacer gol, conseguía mantener la calma y seguir vivo en el partido.

La entrada de Vietto amenazó con poner la cosa bastante más complicada. Dos intervenciones del argentino generaron las únicas llegadas del Villarreal en el segundo acto, quitando el gol de Jaume Costa. Chutó a Fabricio y después dejó de cara a Mario Gaspar, que disparó desviado. Víctor Sánchez recurrió a Cuenca para buscar la chispa que empezaba a faltarle al Dépor. Pero la encontró en Laure. El lateral, inspirado en una de sus pocas apariciones de la temporada, lanzó un gran pase para Lucas, que chutó a las manos de Juan Carlos. Poco después, el propio Laure percutía por la derecha y su centro no encontraba rematador en área pequeña.

Toché fue el último recurso para un Deportivo que quiso pero apenas pudo en la recta final. Con dos tanques en punta, con Lucas y Cuenca agitando en la mediapunta, el equipo coruñés se quedó sin fuerzas para el último arreón, y las ideas nunca fueron demasiadas en los 90 minutos. Se dejó el último gramo de fuerza pero fue incapaz de romper su racha y acumula 12 partidos sin ganar. La permanencia se acerca un punto o se aleja otros dos más, según el prisma con el que se vea. El compromiso y la actitud no basta.

1 - Deportivo: Fabricio; Laure, Lopo (Insua, min.84), Sidnei, Manuel Pablo; Álex Bergantiños, Borges; Juanfran (Toché, min.81), Lucas Pérez, Luisinho (Cuenca, min.70); y Oriol Riera.

1 - Villarreal: Juan Carlos; Mario, Eric Bailly (Dorado, min.74), Víctor Ruiz, Jokic (Moi Gómez, min.66); Jonathan dos Santos, Trigueros, Pina, Jaume Costa; Campbell y Gerard Moreno (Vietto, min.56).

Goles: 0-1, min.48: Jaume Costa. 1-1, min.50: Borges.

Árbitro: Hernández Hernández, del comité de Las Palmas. Mostró amarilla a Mario (min.39), Bailly (min.45), Jokic (min.62), Víctor Ruiz (min.74), Moi Gómez (min.80) por parte del Villarreal; y a Oriol Riera (min.68), por parte del Deportivo.