Dos goles de Griezmann en el primer tiempo pusieron demasiado cuesta arriba el partido para un Dépor muy flojo de inicio e insuficiente en su reacción buscando el empate
El ansia del Deportivo fue apenas una carrera de Sidnei. El imprevisible central brasileño puso la única chispa de esperanza en la jugada del 1-2, cabeceada por Oriol Riera, para un Dépor muy superado por el Atlético de Madrid durante 75 minutos. Apretó el equipo de Víctor Sánchez buscando el empate después de los dos tantos de Griezmann en el primer acto, cuando el Atleti campó a sus anchas por Riazor, sin respuestas los coruñeses por mucho que la clasificación apriete cada jornada más. En total ya son nueve sin ganar y el margen de maniobra roza en lo inexistente para un equipo que ni en sus variantes tácticas halló soluciones para ganar. El Atlético contempló el panorama, actuó en consecuencia, obligó a Fabricio a intervenciones que rayaron en la heroicidad y supo sufrir en el último arreón de un Deportivo que sigue esperando una reacción.
Había expectación en Riazor, mezcla de necesidad y curiosidad ante el Dépor de Víctor Sánchez del Amo. Una buena entrada bajo el sol y sombra del coliseo coruñés para presenciar, sin embargo, un ejercicio de impotencia como pocos se han visto esta temporada en un equipo en problemas pero no siempre tan rebasado como ante el campeón. Fue una faena de aliño para el Atlético de Madrid, que agradeció la tibieza del Deportivo para restañar las heridas físicas de la Champions. La única ventaja que tuvo el equipo blanquiazul fue la expulsión de Simeone, que se debía de aburrir cuando protestó hasta la roja cuando el partido transitaba plácidamente por el 0-2. Todo conducido por Griezmann, que plasmó en goles la tremenda inferioridad del Deportivo en el centro del campo, incapaz de sacar la pelota, naufragado el lenguaraz Medunjanin y sin pegada a pesar de sus dos delanteros centros.
«El equipo ha tenido capacidad de reacción y lo ha intentado hasta el final»Víctor Sánchez del Amo
El nuevo Víctor situó a Toché y a Oriol Riera en la punta del ataque, con Lucas en un costado y Cavaleiro en el otro. No le dio tiempo al Dépor a testar su nuevo esquema, rumiado en el empate ante la Real Sociedad logrado en los últimos minutos con los dos tanques. Bastaron dos pelotazos al área de Fabricio para que, a la tercera, Griezmann encañonase una espectacular chilena ante la tardía salida de Fabricio y el lento achique de Riera para evitar el fuera de juego. Era el minuto 5 y el gol era un mazazo para la expectativa que rodeaba al remozado Deportivo. Sidnei cabeceó a la espalda de un rival un córner desde la derecha en el único amago de reacción de un equipo sin juego, rebasado por la línea de centrocampistas colchonera (Saúl, Tiago, Koke, Arda y Raúl García todos con el mono de trabajo arremangado), incapaz Medunjanin de mejorar a Borges con la pelota y rebasado a la hora de presionar. No llegaba la pelota a un Lucas mermado por un golpe en la mano que le hizo ser sustituido y los puntas no ayudaban cayendo a bandas. A los 21 minutos, otro de esos saques de banda catapultados por Gámez desde la izquierda rebasaban a Lopo y Griezmann fusilaba el 0-2 casi en área pequeña.
No parecía el Dépor en condiciones de sacar algo positivo ante el Atlético con ese marcador en contra y la anemia de su fútbol. Apenas dio problemas al rival en lo que quedaba de primer acto, achacoso con la pelota y ni siquiera exigente para un Atleti que parecía cómodo hasta para jugar en pantuflas. La única muestra de tensión en el partido la puso Simeone ganándose la expulsión. Arrancó el segundo acto con Fariña por el lesionado Lucas, pero la cosa no pintaba muy distinta. El Dépor quiso ser más agresivo, los laterales ya volcados en ataque buscando poner la pelota en el área. Pero fue Fabricio quien evitaba el tercero del Atlético ante un cabezazo de Raúl García. Víctor Sánchez buscó entonces la revolución total: entró Juan Domínguez por Luisinho. Cerró con tres atrás el Dépor, Sidnei de improvisado central-carrilero por la izquierda. Era un salto al vacío buscando un imposible. Y estuvo cerca de salirle bien al técnico novato.
Milagroso Fabricio
En el 66, el Dépor cruzó dos centros por el área del Atlético. Riera rozó uno y Juan Domínguez no llegó a embocar el otro. Tocaba a rebato sin demasiado espíritu ni pegada el equipo coruñés pero al tiempo se exponía a las contras rojiblancas. Con Torres y Raúl Jiménez dando aire al ataque, Fabricio se convirtió en un titán sacando tres remates consecutivos de los dos atacantes de refresco y de Raúl García. Era el minuto 72 y las tres paradas del portero canario se convirtieron en el mejor revulsivo. Poco después, una espectacular galopada de Sidnei por la izquierda finalizaba en un centro al primer palo rematado por Oriol Riera. El balón salió despedido y dobló las manos de Oblak, que protegía su palo pero no pudo impedir el 1-2.
PACO RODRÍGUEZ
Riazor entró en ebullición. Empujaba la grada por encima del juego de su equipo, porque un punto era mucho más que un mal menor atendiendo al desarrollo del juego. Lopo rozó el empate dos minutos después en un centro al segundo palo. Cuenca relevó a Toché como última bala del encuentro pero la pendiente era demasiada inclinada. Fabricio persiguió el último córner de Cavaleiro sin éxito y el Deportivo encadenó su novena jornada sin vencer, todavía esperando el efecto Víctor Sánchez en una situación cada vez más comprometida por la permanencia.
DEPORTIVO DE LA CORUÑA: Fabricio; Juanfran, Lopo, Sidnei, Luisinho (Juan Domínguez. min.63); Lucas Pérez (Farinha, min.46), Medunjanin, Bergantiños, Cavaleiro; Oriol Riera y Toché (Isaac Cuenca, min.78).
ÁRBITRO: David Fernández Borbalán(C.Andaluz). Amonestó a Godín (min.25) y Raúl García (min.26) por parte del Atlético de Madrid; y a Toché (min.53) del lado deportivista. Expulsó a Diego Pablo Simeone por formular observaciones al cuarto árbitro.
