El gol y los palos

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros PUNTO DE MIRA

TORRE DE MARATHÓN

02 mar 2015 . Actualizado a las 12:04 h.

Donde no hay memoria tiene que haber periodistas. El Dépor que a estas alturas de la primera vuelta llevaba solo cuatro puntos y ahora, en estos mismos partidos, se dispara hasta justo el doble, ocho, pasa por el trance de la falta de gol. Los datos corroboran que en las tres últimas jornadas no ha marcado y todas las miradas se vuelven hacia su delantero centro, Riera, fichado en el mercado de invierno precisamente con ese fin, aportar acierto ante la meta rival. 

Las críticas arrecian tras el último partido, cuando el equipo marró 25 disparos sobre la meta del Almería y el propio Riera remató hasta en nueve ocasiones, todas sin éxito. Pero la última jornada de Liga también ofrece la posibilidad de volver la vista atrás. Bueno, delantero del Rayo Vallecano, marcó cuatro en un cuarto de hora y muchos deportivistas no han podido más que suspirar de nostalgia mientras se acordaban de 1995, cuando Bebeto fue capaz de anotar su particular póker de goles en solo seis minutos contra el Albacete. 

Hace tiempo que el ídolo brasileño se retiró del fútbol, pero continua en los corazones de aquellos que lo disfrutaron. El inolvidable dorsal once blanquiazul ganó en A Coruña un trofeo Pichichi, justo diez años antes que otro ilustre deportivista del gol, Makaay. Quizá pueda considerarse al holandés, que llegó a levantar la Bota de Oro al máximo goleador europeo gracias a sus dianas con la camiseta blanquiazul, como el último gran rematador de este equipo. Pero antes que asesino del área, al holandés le llamaron rey del poste.

Gran rematador, con un olfato en el área fuera de lo común, había llegado a A Coruña procedente del Tenerife, donde aquella temporada acabó bajando a Segunda después de haber estrellado hasta una docena de veces el balón en el palo. No en vano, su fichaje apenas causó expectación. Luego, ya de camino a los altares de Riazor, se consagró como inolvidable referencia gracias, entre otros, al tanto (el segundo) que certificó el título de Liga frente al Espanyol o la pareja que formó junto a Valerón en el Olímpico de Múnich.

Ni este Dépor va a cantar el alirón ni el inefable Riera dispone del Flaco como asistente, pero, como le sucedió a Makaay, después de los palos llegará el gol.