La baja de Lopo en Almería propicia al canterano una ocasión clave para ganarse una plaza en el once
28 feb 2015 . Actualizado a las 16:33 h.Cuando salte al césped de los Juegos del Mediterráneo pisará primero con el pie derecho. Antes habrá rezado por lo bajo para dar gracias y pedir un poco de suerte. El ritual no cambia, ni siquiera cuando la fortuna está siendo esquiva. Pablo Insua empezó el campeonato como titular, pero abandonó la plaza en cuanto Sidnei se puso en forma. A partir de ahí, sus apariciones han coincidido con bajas del brasileño o de Lopo. El de Arzúa solo se impuso al catalán en el duelo por un puesto el día en que el Getafe visitó Riazor. Agotó en 90 minutos el voto de confianza de Víctor Fernández, que después ha elegido siempre al veterano; incluso cuando este arrastraba algún problema físico, como el pasado sábado en el derbi.
Al lastre muscular se sumaron dos errores groseros que acabaron con el 23 expulsado a 18 minutos del final. Nueva ocasión para Insua. Quizá la más importante de la temporada. Porque si el canterano se marca un buen partido mañana, no será sencillo devolverlo al banquillo para la visita del Sevilla (eso si entonces Lopo está recuperado de sus molestias musculares, algo bastante improbable). Su otro rival por la plaza, Borja López, parece relegado al rol de Diakité.
Al 5 le urge refrendar en Primera unas virtudes que insinuó en Segunda y que le convirtieron en el último fabrilista en consolidarse entre los mayores. Fue indiscutible con Fernando Vázquez, pero le penalizó arrancar mermado físicamente la campaña actual. Forzó para minimizar el lastre del proceso de adaptación de Sidnei. Fue titular en la derrota de Los Cármenes y el empate frente al Rayo en Riazor. Y ya no reapareció hasta la octava jornada, cuando escoltó al brasileño en la paliza propinada al Valencia. Los números de Insua como titular reflejan el mismo número de victorias, empates y derrotas (3) en nueve citas. Un equilibrio que se romperá en Almería.
Contra el peor equipo en casa
Allí tendrá la ventaja de un adversario asequible. El peor del campeonato en su estadio, donde hasta hace cuatro jornadas no había sabido ganar. Edgar marcó entonces el tanto de los de Juan Ignacio Martínez, que además consiguieron dejar a cero su portería por primera vez en todo el curso. Los andaluces han perdido siempre que no han logrado marcar, y sumar tres puntos es crucial para que el Dépor pueda discutirle el golaveraje a un rival directo (el Almería venció 0-1 en Riazor y su diferencia de goles global es muy similar a la blanquiazul. -17 por -18 de los coruñeses).
Sin embargo, más allá de las cifras, el estilo del próximo adversario de los de Víctor no augura un duelo plácido para la zaga. La velocidad de los extremos rojiblancos obligará a multiplicar las ayudas a los laterales, y los centrales deberán estar especialmente atentos a los espacios a la espalda de sus compañeros de los flancos. En principio, Insua contará al menos con la ventaja de poder ubicarse a la derecha de Sidnei. Ahí sufre menos cuando le toca desplazarse hacia un costado.
El duelo requerirá al arzuano explotar además su juego aéreo si el Dépor pretende sacar partido de uno de los puntos débiles de los de Juan Ignacio. El Almería tiene problemas a balón parado. Encajó su último gol de esta campaña tras un córner (frente al Atlético) y se dejó sus últimos dos puntos en casa ante una Real que marcó aprovechando una falta lateral.
Trabajo a balón parado
Desconcierto en la estrategia que el conjunto blanquiazul está dispuesto a aprovechar. En ello trabajó ayer el plantel, a las órdenes de un especialista como Manu Sotelo que dirigió el tramo más importante de la sesión. El preparador de porteros se quedó además sobre el césped de Abegondo al concluir el entrenamiento del grupo. Trabajó con Fabricio, David, Medunjanin y Oriol Riera. El ariete sigue haciendo horas extras para afinar la puntería y estrenar cuanto antes su cuenta.