La llegada de Domingos Paciência le abrió las puertas de la alineación a André Santos, quien ha aparcado así la idea de dejar el Dépor en este mercado de invierno debido al poco protagonismo que había tenido con el anterior entrenador. «Ya no se me pasa por la cabeza salir. Me siento bien aquí. En estos seis meses, incluso no jugando, me sentía bien en la ciudad, la afición me ha apoyado y, ahora que jugué, voy a trabajar para ayudar al equipo, aunque no sé si voy a continuar siendo una opción para el entrenador», declaró el centrocampista, quien eludió decantarse por su continuidad en la mediapunta o por la vuelta a su posición natural, la de mediocentro.
Incorporado el pasado verano en calidad de cedido por el Sporting de Portugal, Santos llegó a A Coruña como la última perla del fútbol portugués, un jugador de proyección habitual en las convocatorias de su combinado. Pero su contribución se diluyó con el paso de los partidos, pues apenas disputó seis como suplente de los diecisiete primeros, y el seleccionador Paulo Bento dejó de incluirlo entre sus elegidos. «Me estaba entrenando bien, pero no estaba jugando y fue bueno para mí haber jugado ante el Málaga y que el equipo consiguiera la victoria», indicó ayer.
El deportivista se declaró como un admirador del recién incorporado Paulo Assunção. «Es un jugador al que conocía cuando era más joven. Veía partidos suyos. Me acuerdo de él en el Oporto y en el Atlético. Tiene mucha experiencia y títulos y es importante para ayudar a un equipo de jugadores jóvenes que necesita también jugadores más experimentados», dijo.