Consejos para practicar running también en invierno

La Voz REDACCIÓN

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Diez claves indispensables para hacer frente a las inclemencias del tiempo y disfrutar del ejercicio a pesar de la lluvia y el frío

03 mar 2015 . Actualizado a las 17:13 h.

Dicen los aficionados más entregados al galope que cuando llueve se corre incluso mejor. Que sentir la lluvia en la cara es una sensación única. Sin embargo el invierno no es solo precipitaciones débiles; es además frío, y además viento, y además chaparrones fuertes, en horizontal, casi como cuchillos. Los del norte lo saben bien. Por muy feo que suene no debería ser una excusa para abandonar un entrenamiento que solo da sus frutos si el que lo practica es constante. Que el monstruo de la pereza es grande y tiene muy mala pinta. Pero si uno quiere puede. Te damos diez consejos, disfrazados de empujón, para ser regular en el ejercicio incluso en los meses más duros del año.

-Multicapas. Nada de prendas gruesas, de esas que no permiten realizar más de tres movimientos básicos, de las que le dan al corredor más aspecto de rígido Robocop que de ágil deportista. La idea es escoger varias capas finas para aislar el cuerpo eficazmente del frío. Mejor si son de tejidos técnicos o térmicos, como estas de la marca Boomerang para hombre y mujer.

-Los pies, bien protegidos. Las zapatillas tienen que ser adecuadas para correr sobre el terreno mojado. El pie tiene que estar perfectamente aislado con membranas impermeables y transpirables. 

-Calcetines térmicos. Además de unas buenas zapatillas, es recomendable hacerse con unos calcetines térmicos. No deben abultar mucho dentro de la deportiva y sus tejidos suelen combinar diferentes materiales para distintos objetivos: calor, antibacterias, antihumedad.

-Practicar ejercicios de calentamiento previos a cubierto. El objetivo de estas rutinas iniciales es aumentar progresivamente la temperatura corporal y el calor muscular para después tener una mayor flexibilidad en las articulaciones.

-Tapar bien las extremidades. Sí a los gorros, a los guantes y a las bufandas

-Evitar zonas de viento. Es uno de los peores enemigos del corredor. Lo ideal es esquivar zonas muy abiertas, desprotegidas; es mejor optar por lugares con árboles o edificios. Si no podemos evitarlo, es importante proteger la piel expuesta, como los labios o la cara, con cremas hidratantes y de cacao. 

-Impermeables. Para no llegar a casa consumido por la lluvia aferrada a los huesos, lo principal es enfundarse en prendas impermeables que no calen. Solo deben usarse cuando llueva. Nunca cuando solo haga mucho frío o mucho viento. Son prendas frías, que no permiten la transpiración, pero protegen de la humedad. 

-Colores oscuros. El más mínimo rayo de sol será absorbido antes por una prenda oscura que por una clara y favorecerá el incremento, aunque sea pequeño, de la temperatura corporal. Importante: llevar bandas reflectantes para ser visible ante el resto. 

-Beber mucha agua. A pesar de que esta máxima puede aplicarse haga frío o calor, hay una creencia extendida que relaciona el agua con las altas temperaturas. No solo se suda cuando hace sol. Es más, el frío tiende a resecar la garganta y a acelerar la deshidratación. Consejo: bebidas energéticas en pequeñas cantidades para conservar los niveles de glucosa. 

-Comer. Pequeñas cantidades. Frutos secos o barritas de cereales. Producen calor al generar energía.