Tara Lynn rompe los clichés de la moda

La Voz REDACCIÓN

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Viste la talla 46. Y es una de las modelos más solicitadas del planeta

03 mar 2015 . Actualizado a las 17:13 h.

Tara Lynn ha sido la encargada de estrenar -desfilando para  Couchel, Adolfo Domínguez + y Elena Miró- la primera edición de la pasarela Curvies de El Corte Inglés. Con su paso firme e imponente sobre el pasillo de la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, la modelo estadounidense (Seattle,1982) ha puesto una vez más sobre la mesa la gran piedra en el zapato del mundo de la moda: la tiranía de las tallas. El debate lleva abierto años y parece que todavía le queda campo que correr para desentumecer los robustos clichés que imperan en la sociedad en general y en el sector en particular. Tara Lynn es su Juana de Arco. Enfundada en una 46, reivindica la belleza de las tallas grandes como una de las modelos más solicitadas del planeta.

A los 21 años, cuando trabajaba de aur pair en París, la niña de seis años a la que cuidaba le dijo que la quería igual, aunque sus amigas se rieran de ella porque estaba «gorda». Su cerebro hizo entoces clic. Comenzó a someterse a un programa de adelgazamiento extremo que la dejaba extenuada con dos horas de ejercicio y «una o dos» comidas al día. Llegó a perder 30 kilos en dos años. El primer pie en el mundo de la moda lo puso por necesidad, más que por pasión, para costearse sus estudios universitarios. En el 2008, una agencia de Nueva York la contrató. Era una modelo más alta, delgada y con una cara bonita, pero siempre tenía hambre y se sentía cansada. Lynn decidió entonces abandonar las pasarelas y regresar a sus 86 kilos.

La joven que quería estudiar Filología y soñaba con ser actriz, cantante o profesora, fue catapultada gracias a su decisión a una inesperada cima, la primera línea de la revolución curvy. En el 2013, se desnudó para la portada de la edición francesa de la revista Elle, pero ya había desafiado a los cánones antes desde la cabecera V Magazine. Vogue Glamour vinieron después. Musa del diseñador Jean-Paul Gaultier, Tara Lynn reconoce que come de todo «menos hamburguesas y refrescos de cola» y reclama mujeres reales, con algún que otro michelín y que disfruten de la comida. «Me encanta comer comida sana, adoro el jamón de pata negra y el queso manchego», añadió recientemente ante los medios. Ahora abandera marcas de tallas grandes. En el 2012, H&M la fichó como imagen de su línea de baño y, desde entonces, no ha echado el freno ni un minuto.

La misma autopista han tomado otros nombres como Robyn Lawley, Candice Huffine  o Ashley Graham. Las dos primeras compartieron una portada de Vogue Italia en el 2011 con Lynn; Lawley, bautizada como la supermodelo de las tallas grandes, fue la protagonista de una polémica campaña de la división de Mango orientada a mujeres que usan de la 40 a la 52; Graham se convirtió en la primera modelo con curvas contundentes en colarse en el especial de bañadores de la revista masculina Sports Illustrated; y Huffine forma parte del elenco de modelos del último Calendario Pirelli.

Ahora, El Corte Inglés, que cuenta en sus catálogos varios con gran variedad de firmas y estilos diferentes, con medidas especiales tanto a nivel internacional, de diseñadores nacionales y hasta marcas propias, como Talla & Moda y la recientemente lanzada Couchel, ha subido a Tara Lynn a la pasarela para presumir de su nueva colección Otoño Invierno 2015/16. En esta propuesta, explica la compañía, se plasma el equilibrio perfecto entre la sofisticación y la esencia de las últimas tendencias. Colores ultra femeninos y suaves; desde el cálido crudo al glamuroso nude, pasando por el verde océano hasta llegar al negro noche más brillante. Prendas elegantes, siempre impecables, invaden de estilo y frescura a la que consideran una mujer actual, que apuesta por una imagen atractiva sin importarle la talla. 

Opening Couchel for El Corte Inglés in Madrid today! #MFshow #taralynn #couchel #curvies #fashion

Una foto publicada por Tara Lynn (@taralynn) el

La propuesta para el próximo invierno de Adolfo Domínguez +, por su parte, convierte la seguridad en su enseña. La silueta se dibuja con elegancia entre los colores de la naturaleza en otoño: los grises se mezclan con el verde bosque, tomando profundidad entre azules y destacando la calidez del granate. Los estampados abstractos y el clásico pata de gallo se utilizan con inteligencia, aportando dinamismo y movimiento a la silueta. Nuevos tejidos y detalles como la mezcla de texturas y el juego de transparencias. Materias que abrazan, como la alpaca y las pieles ecológicas, que esta temporada se trabajan en calidades ante y napa reversible. Las líneas deportivas se mezclan con tejidos ultra-femeninos como la seda, en contraste con tejidos técnicos como el neopreno.

Elena Miró ha preferido una colección dedicada a una mujer contemporánea que expresa su propia modernidad, que combina fuerza y exclusividad. Destaca la capucha y la parca. La paleta de colores es tenue gris claro, lila y marrón moro, el verde militar, el azul pavone y finalmente el negro iluminándose con toques blancos o de color, hasta llegar al rojo. Todo tiene un sello gráfico, casi un hilo conductor que conecta los diferentes looks: las sedas geométricas con toques pastel, el madras con flores superpuestas, las rayas dibujadas en el punto, la geometría luminosa de los looks de noche y los encajes.