Pablo Neruda revive con sus 21 poemas escondidos

La Voz REDACCIÓN

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F. MARULL | Archivo

Después de ser descubiertos hace tres años, el Nobel chileno vuelve a las librerías con «Tus pies toco en la sombra y otros poemas inéditos»

03 mar 2015 . Actualizado a las 17:13 h.

«Corazón mío, sol de mi pobreza, es este día, ¿sabes?». Así comienza uno de los 21 poemas inéditos del chileno Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, más conocido como Pablo Neruda, hallados hace tres años y que en enero salieron a la venta recogidos en el libro Tus pies toco en la sombra y otros poemas inéditos. Esperando a ser descubiertos, estos poemas descansaban, o se escondían según se quiera ver, en la biblioteca y archivo de la Fundación Pablo Neruda en Santiago de Chile en cajas que contenían carpetas con anotaciones del poeta escritas en el un programa musical, en cuadernos o en el menú de un barco.

Considerado uno de los hallazgos literarios más importantes de los últimos años, estos 21 poemas habían escapado al ojo atento de Matilde Urrutia, viuda del Nobel chileno y la primera que emprendió la búsqueda de inéditos para que sus lectores no se quedaran huérfanos con su muerte en 1973. No fue hasta junio del 2011 cuando la Fundación Pablo Neruda se propuso elaborar un catálogo de los originales. Un trabajo que no fue sencillo ya que consistió en ver «papel por papel» si los poemas ya habían sido publicados en cualquier de sus libros o, por el contrario, si se trababa de material que el poeta «dejó de lado» por razones que, como puntualiza, «tampoco sabemos», puesto que ya son 40 los años sin el poeta. Y así, entre hoja y hoja, en concreto en la caja 52, surgió la sorpresa al aparecer una de estas composiciones, una sin título y escrita en 1964

«Reposa tu pura cadera y el arco de flechas mojadas / extiende en la noche los pétalos que forman tu forma / que suban tus piernas de arcilla el silencio y su clara escalera / peldaño a peldaño volando conmigo en el sueño / yo siento que asciendes entonces al árbol sombrío que canta en la sombra / oscura es la noche del mundo sin ti amada mía, / y apenas diviso el origen, apenas comprendo el idioma, / con dificultades descifro las hojas de los eucaliptos».

 

ECI

Ante hallazgos como este, a Fernando Sáez, director ejecutivo de la Fundación Pablo Neruda, y a su equipo, al frente de un archivo que alcanza los 4.500 documentos, no les hizo falta la aprobación desde el más allá del poeta para considerar que se trataba de poemas de «muy buen nivel» dignos de ser publicados. «Fue un excepcional viaje hacia el interior de su poesía, en su materialidad primordial», explica Darío Oses, director de biblioteca y archivos de la Fundación Pablo Neruda. «Porque trabajar con los originales fue entrar en contacto con lo que podríamos llamar el pulso del poeta», añade en la introducción al nuevo volumen que se estrenaba en enero en las librerías.

Así, detalles como la ligera inclinación ascendente o descendente de los versos, los tachones o el material de trabajo utilizado por el autor de los ya míticos Crepusculario (1923) -su primer libro- o Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924), desde cuadernos escolares hasta los menús o programas musicales de los barcos o aviones en que viajaba, permiten en cierto modo regresar al momento de la creación del poema, pasando por las versiones mecanografiadas con pequeñas correcciones autógrafas hasta, finalmente, llegar al texto impreso. «Al examinar sus manuscritos, teníamos veces la sensación de que sobre el papel se deslizaban olas de versos que al retirarse se llevaban las palabras descartadas y corregidas y que luego iban dejando la versión más acabada del poema», rememora Oses, que aporta al término del volumen varias claves para situar cada texto dentro del corpus literario del Nobel.

 

Escritos entre 1960 y su muerte

Tus pies toco en la sombra y otros poemas inéditos fueron escritos por Pablo Neruda después de Canto general (1950) -su obra más reivindicativa y más cercana a su Chile natal en el que retrata a Latinoamérica desde sus orígenes precolombinos-, y abarcan el largo período de madurez lírica que se extiende desde principios de esa década hasta la muerte del poeta, en 1973.  «Estamos hablando del periodo de 1960 a 1973, por lo que se trata de poesías que podrían haber correspondido a diferentes libros», asegura Fernando Sáez. Aunque se encontraron en las mismas cajas que los originales de obras publicadas, no se trata de variaciones, sino que son versos con entidad propia y de una «liberadora fortaleza verbal», añade el poeta español Pere Gimferrer coautor de la edición.

Para ordenarlos se optó por un criterio temático, agrupándolos entre «poemas de amor» (los seis primeros), y «otros poemas» (los quince restantes). Éstos versan sobre otros de los grandes ejes de la poesía de Pablo Neruda, desde cuestiones autobiográficas a aspectos de su patria, recuerdos de viajes o las obligaciones del poeta. Y, como puntualiza Oses, la transcripción ha sido fiel a la escritura del poeta chileno, respetando la ortografía original, especialmente la ausencia de signos y puntuación.

Además, el volumen inédito incluye la edición facsimilar de algunos de los manuscritos. Aparte de un acercamiento a la escritura del poeta, supone una muestra de esa variedad de soportes que utilizaba: «Por el cielo me acerco al rayo rojo de tu cabellera», reza el comienzo del poema 5, escrito sobre un menú en el que se lee, arriba a la derecha: «Volando a 3.500 metros de altura entre Recife y Rio Janeiro». Está fechado el 29 de diciembre de 1952.

Previamente a este libro solo han aparecido dos obras inéditas de Pablo Neruda: El río invisible y Cuadernos de Temuco. Pero no son sus únicas obras póstumas. En el mismo año de su fallecimiento, en 1973, se publicaron sus memorias Confieso que he vivido