Razones por las que a los benjamines no les gusta heredar la ropa de sus hermanos mayores

La Voz REDACCIÓN

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No hay cosa que más odien los pequeños de la casa que usar lo que a sus antecesores ya no les sirve

22 oct 2014 . Actualizado a las 14:50 h.

Si el mundo fuera justo, seguramente existiría un grupo en Facebook -y a lo mejor ya lo hace- para apoyar a todos esos niños, ahora ya adultos, que han crecido heredando la ropa de sus hermanos mayores. Probablemente, les valdría a los benjamines de la familia para desahogarse y compartir esa horrible experiencia que empezaba por mandato paterno y terminaba, cuando ya creciditos, el criterio adolescente lograba imponerse. En realidad, la razón detrás de esta reutilización estaba clara y tenía todo el sentido: los niños no aprovechan la ropa todo lo que los padres quisieran ya que a la mínima dejan de servirle. Era comprensible, y probablemente muchos de esos herederos hacen ahora lo mismo con sus hijos que comparten el mismo sexo.

Sin embargo, los más pequeños de la casa no acaban de entender porque ellos no podían tener ropa nueva y a la moda, mientras sus hermanos estrenaban el último grito de la temporada. Si tenían suerte y la diferencia de edad era reducida, aún podían lucir prendas de la anterior colección. El asunto empeoraba si se llevaban un par de años y tenían que vestir durante todo un invierno horribles jerséis de lana, pantalones de estilo ya vintage y zapatos con arañazos.

Eso sí, principio esta tradición comienza siendo un aliciente. Por regla general, los últimos en llegar viven durante sus primeros años de vida queriendo ser como sus antecesores, imitando sus costumbres. Pero, después, según van creciendo y la crueldad se impone entre sus compañeros de pupitre, la cosa cambia radicalmente. Aunque hablar de traumas infantiles podría considerarse excesivo, lo cierto es que los benjamines lo pasan mal con esta herencia.

Con todo esto en la mente y con la idea de que reutilizar la ropa es una tradición más que respetable, los benjamines de la familia agradecerán contar con alguna prenda nueva para no sentirse un hijo de segunda mano. Llegados a este punto de encuentro entre el bando infantil y paterno, llegan las dudas. ¿Y ahora qué le compro? Sencillo y fácil. Tanto para niñas como para niños, lo mejor será apostar por una de las prendas de las nuevas colecciones -como la de El Corte Inglés tanto para el bando infantil femenino como para el masculino-. Así, los pequeños podrán combinar ropa antigua con alguna novedad que los haga sentir a la moda pero sin perder su esencia.

¿Qué se lleva para los más pequeños?

Para niña, la temática folk con prendas de punto y pelo puede ser una elección segura, aunque tampoco es la única ya que los estampados de animales pugnan en ser la estrella de la temporada. Ropa más deportiva pero con toques de moda o a base de tonos rosas y morados buscarán la comodidad máxima que requieren a estas edad. Sin desatender el habitual avituallamiento de cara a las jornadas lluviosas con parkas y botas estilo Hunter, ya sea jugándoselo todo al rosa, o al negro y al gris -dos tonos totalmente atemporales y muy útiles para todas aquellas que se rebelen en contra del color por excelencia-. Para ocasiones más formales, los vestidos románticos con complementos en pastel será la perdición de la pequeña de la casa. Y para irse a dormir, los dulces sueños se alcanzarán en blanco y rosa.

¿Y para ellos? Un poco de lo mismo. El estilo preppy con los pantalones chinos y las camisas de vestir como piedra angular será una apuesta segura, aunque no a todos logrará convencer. Por esta razón, los padres también pueden decantarse por las tendencias más callejeras a base de sudaderas, de aviador con las cazadoras de borreguito, algo más casual con las camisas de cuadros como estrella, o más urbano con jerséis y chaquetas de punto. Si el pequeño de la casa nos ha salido rebelde, lo ideal será prendas más libres con cazadoras reversibles y camisetas básicas. Para los días de frío, la pana volverá a ocupar un lugar privilegiado en su armario. Y sin olvidarse de que la ropa deportiva es un recurso del que hay que tirar. En caso de que busquemos ropa para sus primeras fiestas, como siguen siendo niños, la elección será camisas de tartán, jerséis en tonos oscuros y mocasines. Con la llegada de la hora de irse a la cama, los pijamas divertidos serán la salida para que no aborrezcan el ponerle punto y final al día.