Nunca vayas en chándal a una entrevista de trabajo

La Voz REDACCIÓN

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A menos que aspires a un puesto de monitor de aerobic, prescinde, por unas horas, de las zapatillas deportivas

22 sep 2014 . Actualizado a las 18:01 h.

La primera impresión sobre los demás se forma en menos de un segundo. En realidad, según los últimos estudios, quinientos milisegundos ya son suficientes. Incluso es bastante con el tono de voz. Pero si a la entonación le acompaña la presencia física, un simple vistazo llega y sobra para construir una idea mental de la persona que tenemos enfrente. Esta sensación no nace en la parte racional del cerebro, sino en la zona más emocional, responde más a sensaciones que a reflexiones y marca la predisposición con la que, desde ese momento, nos enfrentamos al otro. Así, hay momentos de la vida en los que, aunque no nos guste, debemos ceñirnos a unos límites nada flexibles si queremos conseguir un determinado objetivo. Como, por ejemplo, conseguir un puesto de trabajo.

Que un chándal, o un piercing, o unas deportivas, o un tatuaje o una falda demasiado corta no tienen nada de malo. Pero, por muy a la orden del día que estén determinadas prendas y muy informal que sea el puesto al que se aspira, hay opciones prohibidas a la hora de arreglarse para una entrevista laboral.

-NO. Nunca un chándal. Ni cualquier otra prenda deportiva. Que el mercado sport se ha aupado a las pasarelas es una realidad, así como que hoy en día no resulta extraño ver por la calle a mujeres distinguidas, con elegantes chaquetas e incluso joyas, calzadas con zapatillas de correr. Las entrevistas laborales, en cambio, no son lugar para experimentos, ni para poner en práctica los caprichos de los cuatro diseñadores de turno. Mejor zapatos formales, mocasines o un tacón moderado para ellas.

-SÍ. Traje para ellos. Si uno no aspira a un puesto de monitor de gimnasio, lo más correcto (siempre) es enfundarse en un buen traje, discreto y elegante. Sin excesos. Mejor pecar de elegancia que de falta de ella. Lo ideal sería contar con al menos dos trajes, porque hay empresas y empresas. Antes de acudir al proceso de selección, el candidato debe indagar todo tipo de información sobre la compañía, estar al tanto de cuáles son sus objetivos, de dónde viene y adónde va la firma, qué requisitos debe reunir el trabajador y qué grado de formalidad respira la marca. Además, si le convocan para una segunda o tercera ronda es preferible que vista otro traje distinto y no repetir. El Corte Inglés ofrece una gama de opciones variadas para jóvenes ejecutivos que prefieran huir del conjunto más clásico y sobrio.

-NO. Perfumes no. Porque es complicado calcular la medida exacta y porque por el mundo hay mucha gente alérgica a determinadas fragancias. Para no arriesgarse, lo más recomendable es optar por agua de colonia fresca y no arriesgarse con perfumes que, a los diez minutos, marean más que un mal viaje por carretera.

-SÍ. Accesorios. Pero con mesura. En los pequeños detalles está la diferencia. En un reloj, en unos gemelos, en unos pendientes, en un colgante discreto. Los zapatos deben llevarse limpios y las joyas no pueden ser muy grandes, no tienen que llamar la atención, solamente apoyar la imagen.

-NO. No escojas colores anaranjados, ni cualquiera que se acerque a la gama del mandarina y el fuego. El naranja es, según una encuesta del mayor portal de empleo de Estados Unidos, el color menos valorado por el personal de Recursos Humanos.

-SÍ. Decántate por el azul. En el extremo contrario, la gama de los azules es la que mejor fama tiene en las entrevistas de trabajo. Le sigue el negro, siempre un acierto. Según el mismo estudio, el negro, el azul y marrón son colores que transmiten profesionalidad. El negro denota además liderazgo y el azul, gran capacidad de trabajo en equipo. Si aspiramos a un puesto de trabajo más creativo podemos arriesgarnos con tonos como el violeta, el verde o el amarillo.

-NO. No te la juegues con camisas estampadas. Ni flores, ni motivos geométricos, ni lunares, ni siquiera rayas o cuadros. Camisas, mejor blancas.

-SÍ. Y de manga larga. Las camisas, de manga larga siempre.

-Y NO. El pelo no puede estar sucio, el afeitado debe estar repasado (en caso de tener barba, llevarla arreglada) y las manos, cuidadas. El a, b y c de la buena imagen.