Como el jamón, existe una variedad noruega, el Skrei, considerada de «pata negra»
31 jul 2014 . Actualizado a las 17:54 h.Suma a partes iguales tantos partidarios como detractores, y es que el bacalao es especial. Rico en ácidos grasos Omega-3, fósforo y en vitaminas A, B y D son muchas y muy variadas las formas en las que lo podemos encontrar: fresco, al corte, salado o desalado, desmigado, en lomos, en rodajas, filetes o entero. Diferente al resto y considerado el pescado perfecto, esta variedad tiene un sabor muy característico que lo hace único y uno de los platos esenciales de gran parte de las gastronomías alrededor del mundo. Portugal, Galicia, Vizcaya y La Rioja incluso le dan nombre a una forma de prepararlo.
Sin embargo, solo en Noruega podremos encontrar al mejor bacalao del mundo: el Skrei. Ninguna otra variedad de este pescado le puede disputar o cuestionar el reinado de la auténtica joya del mar Ártico. Tanto es así que, si en España tenemos jamón de pata negra, en el país nórdico tienen bacalao de pata negra. Pero, ¿qué hace tan especial a este pescado? Cumplir con los requisitos parte convertirse en parte de la realeza de los peces no es tarea fácil. Nadan por las aguas gélidas de norte del globo más de 4.000 kilómetros desde el mar de Barents hasta llegar, entre los meses de enero y abril, a las islas Lofoten, localizadas por encima de la línea del Círculo Polar Ártico, para desovar. Tan mágico es este recorrido, que en Noruega conocen este viaje como el «milagro de los Skrei».
Al realizar un viaje tan largo, el Skrei -que podemos encontrar en los supermercados de El Corte Inglés- desarrolla unos músculos que acabaran convirtiéndose en una carne firme y jugosa, extremadamente fina, sin grasa, de una blancura impoluta y al que hay que añadir sal porque es un pescado blanco. Sí, sal a pesar de que es un bacalao, famoso por ser, posiblemente, la variedad de pez más salada del mundo. Este manjar nómada y con sabor a mar es adorado como un dios por los noruegos, para los su nombre es sinónimo de calidad.
Aunque en Noruega se come con patatas y zanahorias hervidas y mantequilla derretida, acompañado de sus propias huevas, el hígado y las kokotxas, cocinar el bacalao Skrei es muy sencillo, a pesar de ser el mejor bacalao del mundo. Con esta variedad de pescado, se pueden preparar la mayoría de recetas que hacemos con el bacalao fresco, aunque también se puede innovar para explotar su sabor intenso o hacer platos un poco más complejos para sacarle el máximo partido. En un par de sencillo pasos y con paciencia, nosotros también acabaremos como los noruegos, a los pies del Skrei.
Bacalao Skrei al ajo tostado con verduritas aliñadas
Tiempo: de 40 a 60 minutos
Ingredientes para cuatro personas:
- Cuatro lomos de bacalao Skrei de 180 g cada uno
- 4 calabacines mini
- 4 zanahorias pequeñas
- 1 endivia
- Una mini coliflor
- Un minuto de romanescu
- 1 ramillete de albahaca fresca
- 1 cucharada sopera de piñones
- 1 diente de ajo
- 4 yemas de huevo
- Medio litro de aceite de girasol
- 100 mililitros de nata para cocinar
- Aceite de oliva y sal.
Elaboración:
Cocemos las verduras por separado -la coliflor y el romanescu desgranados y el resto, enteras- dejándolas al dente. Preparamos el aliño triturando la albahaca con los piñones, aceite de oliva y sal hasta conseguir una salsa.
Para el ajo tostado, ponemos el ajo en un recipiente con las yemas y el aceite de girasol y montamos con una túrmix hasta conseguir una mayonesa, incorporamos la nata y seguimos batiendo; sazonamos y reservamos.
Sazonamos el bacalao. Marcamos los lomos por la parte de la piel en una sartén con aceite de oliva, damos la vuelta, cocinamos un minuto, apartamos e introducimos en el horno a 200 gramos unos 5 minutos. Salseamos los lomos con el ajo tostado y gratinamos; acompañamos con las verduras aderezadas con el aliño de albahaca.