Un icono adictivo

Beatriz Pallas ENCADENADOS

TELEVISIÓN

21 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Pocos se inmutan hoy en día por ver en primer plano la disección de un cadáver sobre la mesa de autopsias de CSI. La inmunización del espectador frente a estas y otras visiones se inoculó en parte el día en que vio el cuerpo envuelto en plástico de Laura Palmer, uno de los iconos televisivos del siglo XX.

Twin Peaks se estrenó en España a finales de 1990 en una Telecinco que acababa de nacer y no tenía todavía cobertura en gran parte del territorio nacional. A muchas ciudades aún no llegaba la señal de la nueva cadena privada y allá donde sí lo hacía era preciso a veces recurrir a una prehistórica antena de cuernos para poder sintonizar una serie rompedora y adictiva en la que las tramas no concluían cada semana, sino que se prolongaban a lo largo de los capítulos. Con ella nació también la pasión de los fans que, sin teléfonos móviles ni redes sociales, eran capaces de mover montañas. En un especial sobre la serie emitido por Movistar+, el director general de contenidos de Mediaset recuerda cómo el día que concluyó la primera temporada los seguidores bloquearon las centralitas de Telecinco reclamando más capítulos de manera inmediata. Lo que antes era abstinencia hoy es atracón.