Pepe, suelta la sartén

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

TELEVISIÓN

29 abr 2017 . Actualizado a las 10:48 h.

En algún momento a alguien se le ocurrió que meter a un invitado en la cocina mientras lo entrevistas era una gran idea. Como si ya no estuviéramos saturados de fogones ahora mismo en televisión. De tal manera que a Chicote, a Top Chef, a MasterChef y a todos los realities culinarios de la parrilla había que sumar la gracia de ver a los personajes con el mandil puesto, pero no en un programa de cocina a lo Elena Santonja. No. Por eso cada vez que Bertín pone a alguien en ese fregado, mientras él está sentado tomándose un vinito, la incomodidad del espectador va subiendo, al ver sobre todo la incapacidad del invitado en la cocina. Le pasó a Pepe Navarro el jueves pasado, que entre sartenes, mostró la ineptitud propia de quien jamás se ha puesto a freír un pollo, protegido detrás de una cacerola, asfixiado por esa prueba de fuego, mientras a los espectadores nos va entrando la ansiedad. El nervio que sube por el ruido de la campana extractora, los chasquidos del aceite hirviendo y por ese lenguaje entrecortado de «aquí le pongo sal» e «Ivonne me llamó y me dijo», una mezcla confusa, que aturde… y que provoca unas terribles ganas de gritarle desde el sofá: «Pepe, deja la puñetera sartén». Deja la sartén y suelta de una vez lo que todos estamos esperando oír, porque nos importa un pijo tu pollo frito al vodka. ¿O será, Bertín, que Pepe Navarro no tiene nada que contar?