Qué ganas de «Love Actually»

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

TELEVISIÓN

25 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer la BBC estrenó la secuela de Love Actually, la comedia romántica que hace catorce años reventó la taquilla y nos hizo cantar, reír y adorar a Hugh Grant para siempre. Con su camisa blanca impoluta, metido en el papel de un primer ministro encantador que se saltaba todas las barreras por el amor a su secretaria. Love Actually supuso entonces un canto de esperanza, en un siglo que había arrancado terriblemente, con el atentado de las torres gemelas. Por eso Richard Curtis, su director, decidió comenzar en el aeropuerto de Heathrow con una voz en off que acompañaba con la cámara el cruce de las distintas vidas, para reflejar el amor que nos asalta en cada esquina, los abrazos que nos esperan, los amigos y familiares que nos arropan, la fortuna de recibir cariño... Love Actually se convirtió también en todo un fenómeno musical y en un antídoto contra la tristeza, con escenas clásicas como la de la mejor declaración de amor -dicen- que se ha visto en pantalla, en la que Andrew Lincoln va pasando carteles a Keira Knightley hasta llegar al «You are perfect». Aunque los que realmente estaban inmensos eran Alan Rickman y Emma Thompson, contenidos en un matrimonio de años.

Catorce años después, el siglo no ha mejorado; tampoco está ya Alan Rickman, y a estas horas cuesta ponerle música... Tal vez por eso leer que vuelve Love Actually no es más que una casualidad.