Elena Catalán: «YouTube no es una amenaza para los canales de televisión»

b. p. l. REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

VÍTOR MEJUTO

La familia Telerín se convertirá en «Cleo y Cuquín», una nueva serie que se estrenará este año

03 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La mítica familia Telerín se convertirá para las nuevas generaciones en Cleo y Cuquín, una serie de 52 episodios que recuperará los personajes de la cortinilla que enviaba a los niños a la cama y que se estrenará a finales de año. Su creadora es la productora Ánima Kitchent, también responsable de Piny Institute of New York, que emite Disney Channel. Su directora de márketing, Elena Catalán, impartió ayer un foro sobre Estrategias de márketing digital para el contenido audiovisual en el Máster en Produción e Xestión Audiovisual (MPXA), título de la Universidade da Coruña que organiza la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre con la colaboración de la Axencia Galega das Industrias Culturais (Agadic). 

-¿Por qué cambia de nombre la mítica «Familia Telerín»?

-Nosotros hacemos contenidos a nivel internacional y la Familia Telerín solo es conocida en España y Latinoamérica. Para un norteamericano no significa nada. Las series de animación generalmente se llaman como sus personajes, porque el niño reconoce más el contenido. Y para un niño Familia Telerín no es tan reconocible, aunque lo sea para sus padres, que prescriben la marca por nostalgia. Hemos firmado con Televisa una coproducción de 52 episodios de 7 minutos que presentaremos en unos días en la feria Kidscreen en Miami como Cleo y Cuquín. Antes de su estreno ya hemos firmado un acuerdo mundial con Mattel, que va a tener las licencias de juguetes para todo el mundo. 

-¿Es fácil llegar a los niños solo a través de medios digitales sin el respaldo de una televisión?

-No es fácil. Tenemos que depender cada vez menos de estar en televisión, pero sigue siendo importante para construir marca y agregar audiencia. Estar presente solo en Internet hace más lento el reconocimiento. Para nosotros el punto de partida es estar en una televisión y, en paralelo, hacer contenido distinto para YouTube. Para esta plataforma estamos creando canciones infantiles con la familia Telerín. En un año y cinco meses sumamos 900.000 suscriptores y con solo quince videoclips ya superamos 400 millones de visionados, porque un niño es capaz de escuchar la misma canción medio millón de veces.

-¿Qué diferencia el consumo digital del consumo en televisión?

-El consumo digital se hace desde un dispositivo donde la experiencia es distinta. Un niño no es propietario de un móvil. La pantalla es más pequeña y consume contenidos más cortos. También depende de una conexión wifi o de una tarifa 3G. Las televisiones no están emitiendo canciones infantiles, por lo que la gente va a buscarlas al digital. Todo eso condiciona el contenido que producimos.

-También el contenido propio de televisión se consume cada vez más a la carta, incluso en espectadores pequeños.

-Están pasando muchas cosas y todos los actores de esta industria están nerviosos. La televisión ve a YouTube como un sitio del terror. Netflix, que acaba de entrar en España, en EE.UU ya ha superado a YouTube. Cada vez estamos más acostumbrados a consumir lo que queremos, cuando queremos, a poder ser sin pagar y sin publicidad. Esto es idílico, porque no sostiene a la industria. Yo trato de que las televisiones se den cuenta de que YouTube no es una amenaza, sino un aliado que ayuda a tener marca y reconocimiento. Hay que adaptarse al mercado y al consumidor.