Si algo ha dejado claro la audiencia en este 2016 es que empieza a dar síntomas de hartazgo. Así que si toca hacer de pitonisa para el año habría que apostar por decir que todos aquellos programas que se han ido desgastando corren cierto peligro en la parrilla, excepto que de repente se las ingenien para inyectarles cierta novedad. No sé lo que le durará a Cárdenas el programa en TVE, porque esta cadena juega en otra liga y es capaz de sostener incluso lo que la gente no ve, pero solo con fijarse en el nivel de los colaboradores, el ritmo del show y el decorado rancio parece que el espacio nocturno tiene los días contados.
Sin embargo, el verdadero interés está a estas alturas televisivas en observar cómo se ajustará Telecinco, que desde hace una temporada larga no acaba de dar en la diana como en el pasado. De un lado se le han acumulado programas que ya llevan mucho tiempo funcionando (Sálvame, Mujeres y Hombres, Gran Hermano, Ana Rosa…) y de otro unas apuestas muy flojas para aupar a los espectadores. Si el futuro de Telecinco pasa por Bertín y Las Campos, cegadas en el brillo de sus propias lentejuelas, muy oscuro pinta para la cadena del entretenimiento, en la que solo La Voz se ha mantenido estable, porque ni siquiera GH con Jorge Javier ha llegado al sobresaliente. El 2017 será un año de retos apasionantes en televisión. ¡Cojan bien el mando!