Una ferrolana lidera la creación de una asociación de damnificados por Chicote

Carmela López
carmela lópez FERROL / LA VOZ

TELEVISIÓN

Los dueños del mesón Irlanda insisten en que «Pesadilla en la cocina» es «una farsa» que utiliza «un guion». Trabajan mano a mano con la dueña de un local de Zamora que denuncia que el programa le puso una caja de gusanos

02 dic 2016 . Actualizado a las 19:40 h.

Manoli Paz, esposa del dueño del mesón Irlanda de Ferrol, se ha recorrido ya media España para tratar de aunar a los hosteleros que están disconformes con los resultados del programa Pesadilla en la cocina, de La Sexta, que presenta el afamado cocinero Alberto Chicote. El miércoles tenía el respaldo de 14 titulares de negocios que se consideran damnificados y ayer por la tarde la cifra ya había subido a 18, entre los que, además del ferrolano, hay restaurantes de Madrid, Zamora, Pamplona y Valladolid.

Los promotores de esta movida pretenden constituir una asociación y para ello ya tienen programada una comida que se celebrará en Madrid después de las Navidades. «Yo no tengo por qué ser la tarada de toda España porque participé en un programa de televisión», decía ayer Manoli Paz, aludiendo al papel que, asegura, le hicieron jugar en Pesadilla en la cocina.

Insiste, como ya lo hizo a través de La Voz tras la emisión del programa, en que Chicote utilizó «un guion basado en follones de pareja y con los empleados» y que a ella la hicieron pasar por vidente, cuando solo le gusta el mundo del esoterismo pero no lo practica.

La esposa del dueño del Irlanda se encuentra estos días en Zamora, donde vive parte de su familia, y está trabajando mano con mano con la responsable de otro restaurante de esa localidad que, al igual que ellos, culpa al equipo de Chicote de introducir grasa en su cocina. La zamorana asegura que le pusieron una caja de gusanos

Una farsa

Manoli insiste en que todo es una farsa y que lo que pretende la futura asociación es desmontarla, porque, según asegura, les ha perjudicado mucho. «Queremos decir nuestra verdad y cómo se graba el programa», dijo, añadiendo que lo que está pasando es una auténtica tomadura de pelo. Manifestó, asimismo, que en el grupo que se está formando no solo están los titulares de los negocios, sino que también se van sumando empleados de los establecimientos que han visto perjudicados por el resultado de los programas.

En el caso concreto de Ferrol, el dueño del Irlanda y esposo de Manoli, José Manuel Gil, sostiene que todo ha sido un engaño y que no volvería a repetir la experiencia por nada del mundo.

Había pedido auxilio a Chicote para tratar de agilizar la marcha de la cocina y asegura que lo único bueno que ha salido de todo esto es el reconocimiento del televisivo chef de que la comida era buena, los platos abundantes y los productos de primera calidad».

Y mientras hosteleros de toda España se organizan para crear una asociación, este periódico contactó ayer con la oficina de prensa de Atresmedia, desde la que se indicó que no podían apuntar nada, porque no tenían conocimiento de nada.