Julia Gómez: «En 'Urxencia cero' hay amor, celos, odios; es una serie muy humana»

b. pallas REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

La intérprete asegura que el personaje de Eva Muíños sacará su misterio a la luz

19 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Llegó al hospital Francisco Balmis pisando fuerte y se ha convertido en el personaje más misterioso de Urxencia cero. La doctora Eva Muíños aterrizó en la serie de Voz Audiovisual para Televisión de Galicia con la mochila cargada de secretos. Para la actriz coruñesa Julia Gómez, interpretar a la prestigiosa cirujana supone la oportunidad de volver desde Nantes, donde reside desde hace una década, a trabajar de nuevo en Galicia.

-¿Qué hace una actriz coruñesa en Nantes?

-Llevo diez años en Francia. Hago teatro y, desde hace cinco, trabajo regularmente con una compañía. Hace poco he hecho un proyecto con dos actrices amigas en el que hablamos de mujeres. Teníamos ganas de darnos la palabra con este tipo de obra militante y feminista. También imparto talleres de teatro, hago lecturas... Me gusta mucho diversificar y ponerme retos.

-¿Y cómo llegó desde allí al hospital Francisco Balmis?

-Por casualidad. En verano conocí a responsables de la serie y me llamaron. Hice varias pruebas y me dieron el papel.

-¿Qué opinión tiene de Eva Muíños quien la interpreta?

-Es una mujer de cuarenta y pico años que es jefa de cirugía abdominal del hospital, muy competente y profesional y que trata de no implicarse emocionalmente con los pacientes como una manera de protegerse. Intenta ser muy objetiva y racional. En el primer capítulo, cuando regresa después de 19 años, comprendemos que ha vuelto de manera rápida e impulsiva, algo que no le pega y la gente se pregunta por qué. Viene con un gran secreto y vemos que tiene marcas en la piel por alguna razón. Ese es el misterio que va a durar varios capítulos.

-También llega con una hija.

-Sí, y el primero que se queda alucinado es el doctor Losada, porque echa cuentas y le queda la duda de si la hija será suya.

-¿Se desvelará el misterio?

-Los personajes no son malos o buenos y evolucionan a lo largo de los capítulos. La doctora Muíños llega muy subida, entra muy fuerte, pero las circunstancias le bajarán los humos y empezará a relajarse. Va a haber una gran evolución en su personaje y el público va a poder comprobar por qué es como es y qué es lo que esconde.

-¿Qué supone este personaje para usted?

-Personalmente es una oportunidad muy bonita por volver a trabajar en mi tierra y por haber conocido a todo el equipo de la serie, en el que hay muy buen rollo. Además, me hace una ilusión especial porque así mi familia puede verme trabajar. Y el personaje de Eva es muy divertido, porque da contestaciones muy duras y secas y está siempre a la defensiva. Yo personalmente no soy de ese modo y me resulta interesante ponerme en la piel de una mujer así.

-¿Qué parte ha sido más difícil en la preparación del personaje?

-Supone meterte de lleno en el protocolo de entrar en un quirófano. Hay toda una coreografía de gestos que es impresionante y he podido tener acceso a un mundo que de otro modo no habría conocido. Cuando tuvimos la masterclass en el Chuac, hubo muchos momentos de sorpresa y eso es genial para alguien curioso al que le gusta aprender. En cuanto te pones la bata y la mascarilla, ya casi te sientes preparado para operar. El uniforme ayuda a meterte en el personaje.

-¿Qué palabra de la jerga médica fue la más difícil de aprender?

-Con el vocabulario ha habido momentos muy graciosos. Incluso llegamos a hacer un concurso entre nosotros para ver quién decía la palabra más difícil.

-¿Por qué le recomienda al público ver «Urxencia cero»?

-La serie tiene un objetivo muy noble, que es hablar de los trasplantes y crear un espacio para debatir sobre este tema. Pero también está el toque humano. Hay mucho amor, celos, odio, la serie es muy humana en ese sentido. Es muy interesante ver cómo cirujanos tan brillantes tienen su reverso y sus flaquezas.