Antonio y Cayetana

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

TELEVISIÓN

13 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El jueves por la noche fue una suerte. De esos momentos en los que te sientas en el sofá coges el mando y no esperas nada. La tele en ese momento podía haberse encendido con la realidad de la corrupción política, con cualquier concurso o con el humor de siempre. Y de repente en la pantalla aparece Cayetana Guillén Cuervo, con los ojos humedecidos, diciéndole a su invitado que tal vez a lo largo de la entrevista que comenzaba no iba a poder contenerse. Lo que sucedió a continuación fue una media hora excelsa en la que Antonio López se abrió a la conversación con la misma pureza con la que pinta. No solo por la manera en que dio a conocer la exposición imprescindible del Thyssen sobre los realistas de Madrid, sino por la sencillez con la que explicó su relación con su mujer, la pintora Mari Moreno, con sus colegas Julio y Paco López, con su hija María, y por supuesto con la vida y con su obra. Toda una lección de arte como entrega, resumida en una charla a prueba de egos: «La busca del éxito es indecente», «Hay gente con talento que a mí me causa rechazo», «nada es anodino: lo bello, lo que te conmueve es el único punto de partida». No le hizo falta a Cayetana entrar en su casa, ponerlo a cocinar, ni conseguir que bailara (ni se hubiera dejado, claro). Fue una entrevista de lo más real, dos personas frente a frente y uno con mucho que decir. No saben qué emoción.