A su manera

Beatriz Pallas ENCADENADOS

TELEVISIÓN

07 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

SLa generación devota de los retales musicales de Cachitos, en La 2, ha recibido con alborozo A mi manera, en La Sexta, porque ambos formatos beben de la misma vena nostálgica de la hornada que fue a la EGB. La música y los programas de variedades cayeron hace tiempo en desuso para las grandes generalistas y la única forma de que un cantante, joven o veterano, pueda tener un hueco en prime time es como jurado de principiantes o pasando por el aro de la telerrealidad. «A mi manera» hace esto último, pero como docureality atípico, a mucha distancia del género imperante. Como en una versión sobria de Tu cara me suena, los artistas, variopintos y veteranos en su mayoría, entonan los temas de otros sin disfraz ni imitación alguna. A su manera.

El espacio se asoma a un grupo que cuenta batallitas propias de su oficio y se humaniza con entrevistas de buen rollo que se hacen entre sí para revelar que, bajo las chupas de cuero y las gafas de sol, habitan tipos vulnerables, con sus miedos y sus fobias, aterrados ante la idea de tocar con las manos el pomo de la puerta de un baño público. Pero el foco está puesto en las canciones. En el primer programa, cada uno de los participantes hizo su versión de algunos éxitos de Mikel Erentxun. El resultado de las adaptaciones es irregular, pero por la rareza de ver una actuación en televisión se da por bien empleado.