Lío generacional en los Alcántara

Beatriz Pallas REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

RTVE

La serie intentará mantener el interés en una consolidada veteranía para la que algunos reclaman ya un final

08 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En una cabalgata de Reyes de las tradicionales, sin moderneces imperdonables para los sectores conservadores, abrió Cuéntame cómo pasó su 17.ª temporada, que, desde su primera escena, anunció transformaciones que intentarán mantener el interés en una consolidada veteranía para la que algunos reclaman ya un final. Inés Alcántara, de nuevo con rostro de Irene Visedo, recibe en pleno desfile del 5 de enero el impacto de un caramelo con anillo de compromiso dentro. Ese y otros cambios se avecinan ahora que el cabeza de familia aspira a involucrar al clan en el negocio de la bodega y la prole se escaquea en una escena que da lugar a una perorata patriarcal de Antonio Alcántara cargada de reproches hacia sus hijos, «que se han hecho mayores y van a lo suyo». Un momento de lucimiento para un personaje entrañable que vuelve a mostrar su lado oscuro cuando abofetea a su nieto.

Otra escena clave fue el mano a mano entre Imanol Arias y Antonio Resines, nuevo vecino del barrio, cuando ambos pelean en la juguetería de San Genaro por llevarse el último He-Man, superhéroe de moda en los ochenta.

El reloj de Cuéntame marca 1984, ese año en el que Orwell auguraba un mundo totalitarista vigilado por el Gran Hermano. Pero aún faltaban décadas para que GH fuera dueño de la programación y se convirtiera, en su versión VIP, en el más duro rival al que tendrá que enfrentarse la serie de TVE. Lo más rompedor que uno podía encontrar en televisión era la «película en relieve», prehistoria del 3D, que TVE programó el Día de Reyes de aquel año para ver con gafas de cartón con celofán azul y rojo.

El costumbrismo engarzado con hechos históricos imprime acción esta vez con la tensión de las investigaciones de Toni en torno al origen de los GAL y la salida de la cárcel de Mauro, la pesadilla de Mercedes.