El creador del «león come gamba» renuncia a volver a «Masterchef»

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Alberto explica que le faltó «motivación, ilusión y determinación» para optar a la repesca. La gallega Lidia se convierte en la nueva favorita al conquista al jurado con el mejor plato de la temporada

10 jun 2015 . Actualizado a las 12:40 h.

Era una de las incógnitas y uno de los momentos más esperados de esta tercera edición de Masterchef, saber si Alberto, el autor del ya célebre y fallido plato «león come gamba», regresaba a los fogones del programa.

El concurso dio anoche una nueva oportunidad a los aspirantes eliminados para que volviesen a las competición en una repesca singular que tuvo lugar en la base aérea del Ejército en Getafe. Sin embargo, Alberto, que saltó a la fama mediática tras presentar una patata mal cocida a modo de cabeza de león con unos granos de pimienta rosa a modo de ojos y unas hebras de azafrán simulando los bigotes del felino, declinó la invitación.

Fue en Twitter en donde, no sin ironía, justificó su ausencia: «Espero que comprendáis que con el amor que despertó el plato en el jurado, me haya faltado la motivación, la ilusión y la determinación necesarias para volver a las cocinas de Masterchef».

Alberto se convirtió así en el primer aspirante que rechaza la oportunidad de volver a las cocinas, algo subrayado por el propio jurado y por el resto de exconcursantes, como Sara, quien defendió que Alberto «se va a arrepentir de no haber vivido una experiencia como esta. De hecho cualquier persona mataría por estar aquí».

Descartado ya Alberto, fue Mila la que aprovechó la repesca para recuperar el delantal blanco. La valenciana conquistó al jurado con unas cuidadas patatas con chocos. Tras una enérgica celebración, con pirueta incluida, regresa a los fogones de Masterchef, librándose incluso anoche de la «Prueba de eliminación», para contrariedad de sus compañeros.  

Lidia logra el mejor plato de la temporada

Todos los concursantes que permanecen desde el comienzo en el programa fueron en bloque a la prueba de eliminación tras el escaso y caótico menú organizado para 200 soldados que están de maniobras. El reto final para estos aspirantes fue el de elaborar una receta de sabores internacionales con productos de Portugal o Marruecos, unos platos inspirados en la experiencia de dos cocineros de ambos países, ganadores también de la correspondiente edición de MasterChef.

Fue en este punto donde la gallega Lidia se convirtió en la nueva favorita del programa al preparar un Tajine de cordero con cuscus y hummus, calificado por el jurado como el mejor plato de la temporada y como uno de los tres o cuatro mejores de todas las ediciones del concurso.

Lidia gana así enteros para optar al premio final en una competición donde Sally y Carlos, los dos grandes aspirantes, retroceden. El jurado criticó el desgaste de la cocinera y la apatía del concursante de Talavera.  

Noche de emociones

El de anoche fue, en cualquier caso, un programa muy emotivo, llena de momentos donde las lágrimas estuvieron a flor de piel. Uno de instantes más conmovedores llegó al final, con la eliminación del bueno de Fidel, el concursante de infancia dura y eterna sonrisa que ha logrado elogios femeninos y ha cautivado con su forma de ser al jurado. La propia Eva González no pudo aguantar las lágrimas ante esta «despedida dolorosa». El concursante, que ha demostrado una inmejorable actitud, y al que únicamente le ha faltado técnica, asegura irse contento tras haber recuperado la confianza en esta experiencia. «Se ha creado un nuevo Fidel, un Fidel 2.0», avisa el ya exaspirante. 

El arranque del espacio también estuvo dominación por la emoción. Tras más de diez programas, desde Masterchef se posibilitó ayer el reencuentro de los aspirantes con sus familiares, con quienes tuvieron la posibilidad que elaborar una tarta de San Marcos. Kevin cocinó con su padre; la gallega Lidia, con su madre; Antonio, con su madre; Sally, con su marido e hija; Carlos con su padre, de mismo nombre y semejante humor; y Andrea y Fidel, con sus hermanas. El mejor tándem fue el de Kevin y su padre y el de Sally con su familia, los mejores platos de la noche. El peor, el de Antonio y su madre, calificado, incluso por los propios cocineros, de desastre.