Cruce de caminos

Beatriz Pallas ENCADENADOS

TELEVISIÓN

01 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Que Chicote es mucho más que un cocinero es sabido desde se convirtió en estrella de la tele como azote de restaurantes que suspenderían la prueba del algodón y ejecutor de aspirantes a Top Chef. Con frases hechas como «alucino pepinillos» o «esto está más duro que el martillo de Thor», dio al espectador una de cal y otra de arena al ejercer de severo juez sin perder ni un ápice de bonhomía.

Ahora, aprovechando el parón vacacional, La Sexta probó a ponerlo al frente de un programa de investigación que, en su primer episodio, pareció un cruce de caminos entre Salvados y Equipo de investigación. Con camiseta imperial de Star Wars, un trolley y una tableta al estilo Évole, el chef recorre el mundo para recopilar datos curiosos sobre el precio de las cosas de comer. Es difícil desprenderse de la idea de que Salvados le habría sacado mucho más partido a los pasmosos asuntos que el programa despacha en unos minutos, desde los miles de kilos de tomates que se desperdician cada día en España al milagro de la multiplicación de los panes congelados. Se nutre incluso de En tierra hostil cuando el cocinero viaja a Suazilandia para averiguar la procedencia del azúcar que España compra allí y se encuentra con un inquietante veto para grabar los cultivos.

El documental pasa fugazmente por encima de temas de gran enjundia; el personaje de Chicote permanece.