«La Voz» es ya otro show

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas MIRA Y VERÁS

TELEVISIÓN

31 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay quien sabe de televisión y apunta que La Voz es un formato infalible porque se mueve directamente en el juego de las ilusiones. Y además permite al público medir el esfuerzo, o lo que es lo mismo, el trabajo que hay detrás de una buena actuación. Pero todo eso que movilizó a millones de espectadores en las ediciones anteriores ha decaído en una pantomima centrada en la función de los coaches. De jurados apasionado y entendidos han derivado en una suerte de bufones jaleados por el público en directo. Esas apelaciones continuas a las gradas y a cada uno de los compañeros han ido transformando el show en un simple careo de los coaches. Que o bien los acaba transformando en histriones (véase el caso de Laura Pausini) o en una mala copia de sí mismos, que es lo que le está sucediendo a Malú y a Alejandro Sanz. Ese gracejo irritante los está alejando del papel en principio riguroso que el público espera de alguien que está sentado para evaluar la actuación de los concursantes, pero el reality los ha aupado a la relevancia de auténticos protagonistas. Así que La Voz, al menos lo que hemos visto hasta ahora, ha girado la cámara hacia la parte menos atractiva del espectáculo. Va sobrado de teatralidad escénica y se echa de menos un poquito más de equilibrio para que el verdadero show pueda continuar.