Ana Duato: «Jamás se me ha escapado un 'Antonio' en la intimidad»

TELEVISIÓN

Son dos en una, así que esta entrevista tiene otra gracia. La que le pone Ana y la que le pone Merche

27 ene 2015 . Actualizado a las 02:45 h.

Ana Duato (Valencia, junio de 1968) es muy fácil tratarla de tú porque es de la familia. Sin necesidad de presentaciones ya la conoces porque Ana es Merche y como dice el título de portada todas la mujeres caben en este ser de ficción tan real. Lleva en su piel 14 años y ha crecido tanto dentro de ella que Ana asegura que no siente la necesidad de salirse del guion porque ha hecho todas las interpretaciones en una. ¿De verdad no estás cansada? Venga, Ana, cuéntame. Yo no sé muy bien a quién le haré la entrevista, si a Ana o a Merche -Tengo una doble vida, porque en mi caso no es cierto que deje al personaje en el plató. Qué va, es un personaje que inunda mi vida en todos los sentidos. Porque también luego en la calle la gente quiere mucho a Mercedes y yo eso lo recibo y me siento muy querida, la gente es muy cercana y ella forma parte de mi vida y de mi entrega personal. -Como buena géminis estás acostumbrada a desdoblarte en muchas -Sí, sí. Eso es verdad, las géminis tenemos esa capacidad de desdoblarnos y yo la verdad me lo tomo como un privilegio. Porque todo el cariño, el respeto que te da la gente y las cosas tan bonitas que te dicen, me cuentan sus vivencias, sus cosas. Yo he vivido cosas excepcionales gracias a eso. -¿Y las has aprovechado para el personaje? -Muchas sí, la gente me cuenta su historia, de verdad, que me han servido para matizar a Mercedes. Y además sé que mucha de esa gente jamás se acercaría si no fuera por ella. Por ejemplo, con la enfermedad del cáncer hubo encuentros con mujeres excepcionales, muy emotivos. Gente que a través del personaje ha sacado fuerza en el momento de miedo... Cosas muy especiales. -¿Hay algo muy evidente que tú le hayas aportado a Mercedes? ¿Qué es lo más tuyo de ella? -Fíjate, creo que me aporta más ella a mí que yo a ella. Yo a ella le aporto mi físico, claro, pero Merche está hecha de muchas mujeres, de muchas experiencias, de muchos fracasos, de muchas discusiones, y eso es lo que la hace tan grande. Yo me inspiro en esas mujeres que tienen grandes sentimientos y grandes valores. Por eso ella me enseña más a mí. Le agarro yo a ella. Merche me ha hecho crecer y valorar la vida. -Tu papel representa el esfuerzo de la vida construida, los detalles, lo cotidiano, la familia... Tu apuesta personal es la misma -Yo soy una mujer muy disfrutona, que valora la vida del día a día, no necesito grandes acontecimientos para valorar lo que tengo a mi alrededor, y eso se tiene o no se tiene. Se puede ir aprendiendo, pero también es verdad que las personas que lo tenemos somos muy afortunadas. Yo lo llevo en mi ADN, ese quizás es el gusto que yo le doy a Mercedes (a ella le ponen más problemas en el camino que a mí), pero sí en mirar el vaso medio lleno. Yo lo veo así. -La temporada pasada nos hicisteis sufrir mucho con esos cuernos. Pero no te apetece ya que Mercedes se dé un revolcón y se suelte... -Ella tiene esa sabiduría femenina de a pesar del dolor tirar y crecer. Y volver a recuperar esa historia que tienen juntos que es la más importante de su vida. Yo creo que con esa sabiduría que tiene la mujer en general de decir ?pero para qué?, si al final todo pasa tan deprisa, para qué vamos a perder más tiempo con el perdón. Ella sabe qué es lo que realmente vale la pena en la vida y quiere superar esto y pasar página, pero por ella y por sus seres queridos. Mercedes es muy de la época y tiene unos valores muy claros ante la vida. Y por eso es muy coherente con las cosas que hace, ella se sintió muy traicionada con la infidelidad, en el amor, en su vida. Pero también creo que es una mujer con capacidad de superarlo y de mirar para adelante y sin quedarse ahí pillada. -¿Tú tuviste una vocación temprana, siempre quisiste dedicarte a esto? -No. En plan ?mamá, quiero ser artista, no?. En mi adolescencia empecé a ver que aquello era lo mío, también creo que es la profesión la que me ha ido haciendo actriz, ha sido el tiempo de trabajo, de dedicarme a ello. Con el tiempo he querido mucho a esta profesión, pero no soy de esas personas de ?necesito actuar para realizarme?. -Has dicho que cada vez notas más esa exigencia cuando comienzas otra temporada. La responsabilidad va a más. ¿Tú eres así, exigente? -No, no. Yo soy de disfrutar la vida. Sí me exijo con el bienestar de los demás, con valorar a los demás, lo que tengo; me cuesta utilizar el término ?felicidad? porque la felicidad son muchas cosas. No soy resignada para nada, sino de darme a los demás también para que estén bien y producir buen rollo, bienestar, una sonrisa, un abrazo. Eso es una manera de relacionarme con la vida. -¿Y quiénes son los que te dan más caña en casa? ¿Tienes muchos críticos? -La primera creo que soy yo, sí, sí, sí. Es que para crecer hay que ser crítico y la crítica constructiva es muy positiva. En nuestro trabajo es muy importante tomar distancia y tener la capacidad de recibir la crítica. -¿Tú e Imanol discutís con esa vehemencia después de tantos años juntos? -Sabes lo que pasa, que como discutimos tanto como personajes, ya no nos hace falta. Imanol es un compañero de trabajo buenísimo, no deja de sorprendente cada día con el trabajo, hacia la trama, hacia los personajes, y ya discuto mucho como Merche, así que no nos hace falta... -A otros actores se les pregunta tópicamente si no temen encasillarse, yo te pregunto, ya de broma, si temes que te metan en otra casilla -Sí, es que ya el encasillamiento suena un poco a broma, es un personaje que ha crecido tanto, que ha evolucionado tanto que es como si hubiese interpretado a muchas mujeres. Uno se encasilla cuando hace un personaje que no evoluciona, pero ella ha cambiado tanto durante este tiempo. -Tú en ningún momento has dicho, no puedo más con esta serie -No, no, jamás. Todo lo contrario, para mí es un reto constante -¿Eres de fácil perdón? -Sí, yo si veo la buena intención, perdonar es algo que me gusta. Hay que aprender desde pequeño a perdonar pequeñas cosas para luego saber perdonar las grandes. -A ti en la intimidad si se te escapa un ?Antonio?, no pasa nada, ¿no? [Risas] Nunca se me ha escapado, la verdad. -¡Tu marido ya sabe que te acuestas con otro! -Lo tiene clarísimo, vamos.