Diez series que no te deberías haber perdido en el 2014

TELEVISIÓN

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Un repaso por las mejores ficciones que ha dado la televisión en los últimos meses

01 ene 2015 . Actualizado a las 12:23 h.

El 2014 ha acabado definitivamente con el miedo a las segundas partes. Estar a la altura es posible e incluso se puede superar un buen producto. Lo han demostrado un puñado de series que sorprendieron en el 2013 y que se han consolidado en este año que está a punto de finalizar. Entre las diez del año se cuelan dos veteranas y dos novatas que llegan ya a diciembre como auténticas instituciones. ¿Hay alguien que ya no haya oído hablar a estas alturas de Fargo o de True Detective?. Estas son las diez ficciones que deberías haber visto para no perderte en las conversaciones entre familiares y amigos de estas fechas.

Fargo (1T)

El universo de los Coen ha llegado a televisión para quedarse. La serie, un experimento que no les pudo salir mejor, es el claro ejemplo de que se puede ir un paso más allá para que una producción televisiva no sea una simple revisión de una película. Fargo, la serie, es un producto independiente que aporta una historia surrealista cargada de humor negro, unos fracasos humanos únicos e irrepetibles y un desenlace que solo podría haber ocurrido en un pueblo de Minnesota. Le estaremos eternamente agradecidos a la cadena FX por atreverse con un proyecto así.

Happy Valley (1T)

La vida de Catherine Cawood es todo menos sencilla, incluso difícil de contar en un piloto. Por eso, la guionista Sally Wainwright decide que ella misma se presente en el arranque del primer capítulo: «Soy Catherine, tengo 47 años, estoy divorciada y vivo con mi hermana, una adicta a la heroína en rehabilitación. Tengo dos hijos, uno muerto y el otro no me habla, y un nieto». Pero la serie es mucho más que la historia personal de una sargento con una herida sin cicatrizar y una impresionante interpretación de la actriz Sarah Lancashire.

Homeland (4T)

En la cuarta temporada, Homeland vuelve a ser su mejor versión. Carrie cede parte del protagonismo a Saul y la serie sale ganando. Con la nueva misión de la inestable agente de la CIA en Pakistán, la serie se gana una nueva vida, se olvida de todo lo que nos vendieron en el piloto y crea una nueva trama. Nuevos escenarios, personajes y objetivos, pero esas mismas técnicas que nos dejaban boquiabiertos y al borde del infarto en las primeras temporadas.

Juego de Tronos (4T)

Es imposible hacer una lista de lo mejor del año y dejar fuera Juego de Tronos. La serie de HBO nunca decepciona y consigue mantener el nivel cada temporada, no solo en cuanto a sacrificios de personajes se refiere. En la cuarta entrega ampliaron horizontes, se abrieron nuevas cortinas de fuego y han dejado muchas tramas en el aire, con preguntas que ni pueden responder los que se han leído los libros. Quedan apenas tres meses para que la serie regrese y Andalucía se incorpore al universo de los Siete Reinos.

Orange is the New Black (2T)

Jenji Kohan ha asumido que lo que ha creado es una gran historia coral y la serie de Netflix ha ganado. Piper, la protagonista del libro en el que se inspira la serie, debería haber sido desde un principio solo una pieza más del puzzle y tener el mismo peso que personajes como Red, Crazy Eyes o Nichols. Esas píldoras de la vida de las presas antes de ingresar en prisión y las luchas de poder en Litchfield han convertido la segunda gran apuesta de Netflix en una de las grandes comedias del 2014.

Peaky Blinders (2T)

En el Birgminham de los años veinte, un clan de gitanos mandaba más que la policía. Estos gangster de barrio obrero eran los dueños del negocio de las apuestas pero ese sólo era uno de sus alegales negocios. La serie de la BBC toma como partida una familia de delincuentes que existió en realidad para desplegar ese universo que nos cautivó en Boardwalk Empire. Bares de mala vida, apuestas, carreras de caballos, exportación de bebidas alcohólicas.... Los Shelby quieren estar en todos los fregados y para ello no dudan en emplear la fuerza. Tras una primera temporada muy correcta, con una trama quizás demasiado previsible, la serie despunta en su segunda entrega ampliando su horizonte hasta Londres y con enfrentamientos directos con los imperios italiano y judío de la capital.

The Fall (2T)

La agente Stella Gibson (Gillian Anderson) llega a Belfast para cazar a un asesino en serie, con un patrón muy definido. Sus víctimas son siempre mujeres jóvenes, de pelo oscuro y a las que una vez muertas trata como maniquís de un escaparate. La policía consigue entrar en su mente, logra adivinar su patrón y llega a involucrarse en el caso mucho más de lo esperado. La primera temporada de esta miniserie convertida en serie fue brillante y la segunda ha estado a la altura, profundizando mucho más en los personajes protagonistas. Habrá más, como deja claro su capítulo final.

The Honourable Woman (1T)

Abordar el conflicto entre Israel y Palestina en una miniserie era una apuesta, como mínimo, arriesgada. Con una óptica diferente y Maggie Gyllenhaal encabezando el reparto, el proyecto salió adelante y con un gran éxito de crítica. Un thriller de ocho capítulos con constantes giros de guión en los que la política y el espionaje dejan un hueco también a una historia personal, la de Nessa, la heredera de un gigante del armamento que sueña con lograr la paz en Oriente Medio.

The Leftovers (1T)

Mappleton pierde a la mitad de su población un buen día y cada uno asume la ausencia de sus seres queridos como buenamente puede. El duelo y las cosas que uno hace para cerrar heridas, en este caso rodeadas de incógnitas, es la esencia de una serie que llegó para ser la nueva Lost y que sorprendió por todo aquello que no recordaba a la isla. Una gran banda sonora, personajes únicos, una secta intrigante y algunos cabos sueltos para que surjan las siempre inevitables teorías. Su segunda temporada será decisiva para saber si han creado una gran serie o nos han vendido muy bien un poquito de humo.

True Detective (1T)

Imprescindible. Por la Luisiana profunda, por esa pareja de detectives y por todos los enigmas que ocuparon la mente de los espectadores durante su emisión. Espectacular producción, gran cásting y una trama que se vende en pequeños fragmentos y con permanentes saltos en el tiempo. Volverá, previsiblemente ya en 2015, con una estrategia muy inteligente: nuevos personajes y un nuevo caso. True Detective ya es un marca