El concursante gallego de «Adán y Eva» confirma que sigue saliendo con la chica del programa

La Voz REDACCIÓN

TELEVISIÓN

Cuatro emitió este martes el programa en el que el coruñés Iván Piñeiro acabó conquistando completamente desnudo a Miriam

30 oct 2014 . Actualizado a las 09:59 h.

El segundo programa del celestino y nudista formato de Cuatro Adán y Eva contó este miércoles con tres protagonistas: un francés, Alex; una mallorquina, Míriam; y un coruñés, Iván Piñeiro. Durante cerca de dos horas, los telespectadores asistieron en diferido a una igualada competición por el corazón de la única mujer del trío, que comenzó con ventaja para el chico del país vecino y acabó con el cantautor gallego, recepcionista del centro deportivo Agra 1, agitando la bandera de ganador. Iván y Miriam se conocieron completamente desnudos hace meses en una playa de Croacia, escenario de este dating show, y ahora, después de emitirse su flechazo, confiesan que su amor todavía sigue vivo.

Iván Piñeiro aseguró este miércoles al programa de radio online Morning Glory que, a pesar de los cientos de kilómetros que los separan -ella vive en Madrid y él en A Coruña-, la nueva pareja tróspida sigue adelante con su relación. «Estamos tratando de mantener el contacto, este fin de semana me voy para allá y ella ya ha estado unos días por aquí», ha explicado el coruñés.

La historia de Míriam e Iván Piñeiro no empezó bien. Los prejuicios les llevaron a dormir separados la primera noche que pasaron en la playa; ella reconoció ante las cámaras que el gallego le parecía poco lanzado y él, amante del mundo espiritual, de la naturaleza y el yoga, que la chica de Mallorca era demasiado materialista. Pero, como polos opuestos, solo les hizo falta una tercera persona que despertase los celos de Piñeiro para dar un paso al frente y acercarse un poco más. «Uno va viendo partes de la persona que al final esconden otras cosas increibles, cada día me sorprende más, es una persona súper luchadora, con unos valores impresionantes», ha confesado el nuevo Adán.

Cuando se dio cuenta que Míriam se le estaba yendo de las manos, embelesada por la pronunciación francesa del tercero en discordia, Iván desenfundó todas sus armas, sacó su guitarra, su armónica y recurrió al detalle: un regalo hecho con flores y hojas. «Fue improvisado, soy una persona detallista, si una persona me gusta a lo mejor no puedo llevarla a cenar a un restaurante que me gusta, pero sí a ver un atardecer en mi furgoneta». También hizo referencia el gallego en su intervención radiofónica a la pequeña mentira que le contó Míriam en el programa, cuando le dijo que había sido Álex el que le había robado el beso. «Cuando las parejas están empezando, están tonteando, no se puede etiquetar a una persona por dar un beso, en aquel momento no era nada mío, no era nada serio, no puedo reprocharle nada», concluyó.